viernes, 26 de septiembre de 2025

Las Monedas-Mapas: Un misterio en torno a América

Existen varias teorías acerca de viajes a América anteriores a su descubrimiento "oficial" por Cristóbal Colón, en 1492. Pero una muy reciente, y poco divulgada, pretende que nuestro continente ya era conocido en el siglo IV a. de C.

La sorprendente historia que vamos a contarte comienza con unas monedas antiguas que pertenecieron a unos numismáticos ingleses. Aunque su gran antigüedad, superior a los 2.000 años, bastaba para considerarlas valiosas, estas monedas tenían una característica que las convertía en únicas. En efecto, en una cara de cada una de ellas, en un extremo de la misma, se veía un extraño dibujo. Estos dibujos no tenían formas definidas y nadie podía explicar qué significaban. Hasta que hace un año, en 1996, el estudioso Mark A. McMenamin reveló que esos dibujos eran mapas diminutos. Examinadas atentamente, esas formas dan toda la impresión de representar continentes e islas de nuestro mundo.



Las monedas de oro, acuñadas hacia el año 350 a. de C., proceden de Cartago, poderosa ciudad del mundo antiguo que estaba ubicada en el centro de la costa norte de África, frente a la isla de Sicilia (hoy Italia). Cartago llegó a constituir una república comercial, siempre en busca de nuevos horizontes de conquista. Los cartagineses eran, por lo tanto, expertos geógrafos, ya que estaban obligados a conocer el mar y sus rutas casi como la palma de sus manos. El hecho de que grabaran mapas en sus monedas es ciertamente curioso, pero no sorprendente. Así como algunos pueblos graban en ellas las efigies de sus emperadores, Cartago eligió en este caso representar el mismo símbolo de su poder: el mar.


Pero lo más interesante en los mapas de las monedas cartaginesas es el hecho de que una de las tierras representadas es, muy probablemente, América. La interpretación de McMenamin del mapa de una de ellas identifica, en la porción central del mismo, la cuenca del Mediterráneo, donde estaba ubicada Cartago. Un pequeño círculo dentro de ella marca a Cerdeña. A la derecha, se reconoce India. A la izquierda, un trozo irregular de tierra representa América. Claro que la dimensión de la moneda, apenas unos 19 milímetros, no permitió gran definición al grabador. Por otra parte, aun contando con un espacio cómodo para dibujar, la representación geográfica no era por aquella época más que aproximada.


Los cartagineses habían fundado colonias en Tánger y tenían factorías y contactos en tierras más lejanas, como España. Aunque las monedas fueron consideradas por sus poseedores como de origen cartaginés, McMenamin supone que pudieron ser también acuñadas en Cerdeña. Esto explicaría el hecho de que esta isla aparezca en el centro de los mapas de las monedas. De cualquier modo, si la tierra grabada al oeste de España es en efecto América, esto demostraría, obviamente, que el Nuevo Mundo ya había sido visitado en el siglo IV a. de C. Esta teoría es difícil de demostrar porque la cartografía de la época es prácticamente inexistente. Aun así, las investigaciones acerca del tema son cada vez más exhaustivas.

Posdatas
  • Actualmente, las monedas-mapas están guardadas en el Museo Británico de Londres (Inglaterra).
  • Mark A. McMenamin es profesor de geología en el Mount Holyoke College en Massachusetts (EE. UU.).
Revista Anteojito N°1700, pp. 32-33
26 de septiembre 1997

Edad Moderna Los grandes inventos

En el año 1453, el sultán turco Mahomet II se apodera de la ciudad de Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente. Este hecho trascendental señala el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna.

Varios inventos ya conocidos anteriormente en Oriente se perfeccionaron y se pusieron en práctica en Europa a fines de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna. La Imprenta, la Brújula y la Pólvora abrieron nuevos caminos a la cultura, los viajes, la guerra.

La Imprenta
Los primeros libros eran escritos a mano. Luego se emplearon letras talladas en madera que se estropeaban con facilidad. Finalmente, en el año 1440, el alemán Johannes Gutenberg ideó tipos o caracteres móviles de metal que podían utilizarse cuantas veces se deseara. Una tinta hecha con hollín, aceite y almidón los imprimía sobre el papel mediante la presión de una prensa. Aunque este sensacional invento al comienzo fue mantenido en secreto, pronto se conoció en los principales países de Europa y dio un impulso extraordinario a la difusión de la cultura.


La Brújula
Una aguja imantada siempre señala el polo Norte. Esto ya lo sabían los chinos y también los árabes. Colocada sobre un corcho que flotaba sobre aceite o agua era utilizada para orientarse durante los viajes. Pero fue en Italia donde surgió la idea de colocar la aguja en una caja para que estuviera resguardada. La brújula, insustituible aliada de los navegantes, permítió a éstos aventurarse lejos de las costas y sin preocuparse si la niebla ocultaba las estrellas o el Sol.



La Pólvora
Una mezcla de carbón, salitre y azufre: es la pólvora que estalla en con-tacto con el fuego. Los chinos preparaban con ella cohetes y fuegos artificiales. Del mundo de la alegría pasó al de la guerra de manos de los árabes. Ellos la colocaban en cañones llamados bombardas. Eran muy primitivos, pero poco a poco fueron perfeccionándose al difundirse por todos los países de Europa. Las armas de fuego transformaron la táctica de las batallas, restando eficacia a las armaduras de los antiguos caballeros.

Datos de interés
  • El primero en utilizar caracteres de imprenta fue un herrero chino llamado Pi-Sheng, en el año 1041.
  • La xilografía es un antepasado de la imprenta. Se trata de dibujos o letras tallados en madera que se colorean y luego se estampan en pergamino o papel. Para imprimir las páginas de los libros se rebaja la plancha de madera donde se estampan las letras y éstas quedan en relieve.
  • Los primeros caracteres que se emplearon en la imprenta de Gutenberg eran de escritura gótica, pues ésta era la que se usaba en Alemania. Como se asemejaban a la trama de un tejido se los llamaba "textura".
  • Las primeras armas que funcionaron mediante el empleo de la pólvora fueron las bombardas. Constaban de dos partes: la recámara, que era la más delgada, y la trompa, que era la más gruesa. En la trompa se ubicaba el proyectil y en la recámara, la pólvora.
  • Las palabras imán, magnético, magnetismo toman su nombre de una antigua ciudad de Asia Menor, donde abundaba la magnetita. Ésta es un mineral que tiene la propiedad de atraer al hierro y que se emplea en la fabricación de brújulas.
  • El astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473-1543) estableció que el Sol es el centro del Universo y que todos los planetas, incluyendo la Tierra, giran a su alrededor. Esta teoría denominada heliocéntrica causó gran conmoción en su época. Copérnico la explicó en su obra: "Acerca de las revoluciones de los cuerpos celestes".

Revista Anteojito N°1700, pp. 24-25
26 de septiembre 1997

Lo que en Europa no había hacia 1492

A la llegada de Colón, nuestro continente estaba habitado no sólo por gente diferente, sino por una enorme cantidad de animales y plantas que no existían en Europa. En aquel "viejo" continente, también había muchas especies que emprendieron el viaje hacia el "nuevo" continente.

Plantas y animales de los aztecas
Por medio de las leyendas de los pueblos antiguos, nos enteramos de qué animales y plantas había en América. Los aztecas (ocupaban lo que ahora es México) tenían una leyenda que cuenta: "El dios Quetzalcóati era muy rico y tenía todo cuanto era menester y necesario de comer y beber, y que el maíz era abundantísimo, y las calabazas muy gordas. Las cañas de bledos eran muy largas y gordas. Sembraban y cosechaban algodón de todos colores. Mas dicen que en el pueblo de Tollan se creaban muchos y diversos géneros de ave de pluma rica y colores diversos, que se llamaban cotinga, quetzal, trupial y quechol rojo, y otras aves que cantaban dulce y suavemente. Había mucha abundancia de árboles de cacao y todos estaban muy ricos y les faltaba cosa ninguna, ni había hambre ni falta de maíz, ni comían las mazorcas de maíz pequeñas sino con ellas calentaban los baños, como con leña."

Los Incas
El inca Garcilaso de la Vega (vivió entre 1539 у 1616), hijo de un español y de la princesa incaica Chimpu Ocllo, cuenta que entre los frutos que había en el Perú, antes de los españoles, "el que tenía el primer lugar era el maíz. De los que se crían debajo de la tierra, el principal era la papa. De la que los españoles llaman batatas, y los indios apichu, hay de cuatro o cinco colores. También hay calabazas, que en el Perú llaman capallu; crudas no se pueden comer y con algunas hacen vasos. Hay otra fruta que los indios llaman ínchic y los españoles maní, con el que hacen muy buen turrón. La fruta que los españoles llaman peras, por parecerse a las de España, los indios llaman palta, y la principal, el condimento que echan en todo lo que comen, el uchu o pimiento de las Indias."

Tabaco, caucho y ananá
Cuando Colón llegó a América, observó que los in-dios fumaban tabaco, con una caña en forma de pipa llamada tobago. En el año 1510, el tabaco fue llevado a Europa, y en el siglo XVII (años 1600) llegó a China, Japón y África. Otro producto americano, el caucho (cauchuc "impermeable", para los indios) fue llevado por Colón a Europa. Los indios peruanos usaban esta sustancia extraída de un árbol para fabricar calzados y abrigos impermeables. En 1770, el químico inglés Joseph Priestley fabricó con el caucho las gomas de borrar. El ananá es una de las frutas que conoció Colón en su segundo viaje a América. Los indios se la ofrecieron como regalo por su rico sabor. Hoy en día se la cultiva en todo el mundo.

Los animales americanos
El ganado era de menor importancia que los cultivos. Los indios se alimentaban de pescado y de la carne de algunos animales. En la Patagonia, donde no se podía sembrar, los tehuelches vivían de la caza de guanacos y ñandúes; más al sur, cerca del estrecho de Magallanes, los onas cazaban focas y morsas. Los pueblos cazadores de América del Norte comían carne de ciervo y de alce o caribú. En América Central y en el Perú, las mujeres vestían una falda y una blusa, y los hombres un taparrabos y una manta anudada al hombro, prendas hechas con algodón o con la fina lana de vicuña. Muchas religiones tenían como símbolos animales típicos de América: águila, jaguar, serpiente anaconda y caimán.


Las plantas cultivadas
La mayoría de los indios americanos vivía de la agricultura. El maíz era su principal alimento. Con el grano de maíz fabricaban la harina, que la se paraban de la cáscara poniéndola sobre una tela. En la tela la harina se pega, mientras que la cáscara (afrecho) se aparta de ella. La papa, originaria de los Andes peruanos, se cultiva hoy en todo el mundo. Se la usa para comer y para fabricar alcohol y sustancias adhesivas. Fue llevada a Europa por los españoles en los años 1500.

Lo que en América no había
Cerdos, vacas, ovejas, gallinas, caballos, conejos, trigo, cebada, uvas... ¡y muchos microbios! Con el paso del tiempo, las poblaciones indígenas de América sufrieron muchas pérdidas por las enfermedades. La viruela, infecciones pulmonares y diarreas eran desconocidas en nuestro continente durante la época precolombina. Los indios eran especialmente sensibles a muchos gérmenes con los que nunca habían estado en contacto; ésta fue una verdadera conquista invisible.

Revista Anteojito N°1700, pp. 11-12
26 de septiembre 1997

Palabras mezcladas

Los conquistadores sabían que los ingleses hablaban en inglés, los franceses, en francés y los portugueses, en portugués. ¿Y los incas? Hmmmm, era un poco más complicado.

¿Cómo dijo?
El Imperio Inca o "Alto Perú", como lo denominaron los españoles, se extendía sobre el Ecuador, Bolivia y el noroeste de la Argentina. Una de las mayores dificultades que encontraban los gobernantes y también los conquistadores fue la multiplicidad de dialectos. Se contaban alrededor de setecientos, muchos de ellos hablados por grupos muy reducidos. Algunos aún pueden escucharse. Por ejemplo, el kauke que se habla en Yauyos, un municipio ubicado al noroeste de la capital peruana, Lima, que cuenta sólo con 7.500 habitantes.

Vivitas y coleando
Pero en el momento en que llegaron los españoles las lenguas dominantes eran tres: el quichua, el aimará y el uru. La última estaba en decadencia y en la actualidad ha desaparecido. En cambio, las dos primeras aún se conservan. En un censo que se realizó en el año 1940, en el Perú se comprobó que la mitad de los chicos en edad escolar se comunicaba en esas lenguas y que el treinta y cinco por ciento no sabía español.

Parecidas
El quichua como el aimará son muy ricos en palabras variadas. Tienen una fonética semejante y pueden expresar toda una frase en una sola palabra. A partir de una palabra "raíz" derivan otras. Por ejemplo, del vocablo aimará "ali" que significa "planta" surgen 82 voces desde "germinar" hasta "ser una planta en bello crecimiento". Cada palabra tiene un pequeño número de silabas que jamás excede el número de cinco.

Palabras con risa
El quichua más puro se hablaba en Cuzco, la capital del Imperio. Los españoles consideraban que era una lengua dura por su fonética gutural. Las onomatopeyas eran frecuentes por lo que algunos vocablos eran muy graciosos. En quichua "estornudando" se dice "atchicuni” y bebé se conoce como "huahua". En aimará, algunos nombres de pájaros recuerdan el sonido de sus cantos: el kotchitchi o el lekeleke.

Revista Anteojito N°1700, p. 6
26 de septiembre 1997

Viene de perlas

Las perlas, delicadas, iridiscentes, infaltables como elemento decorativo en las alhajas, se originan en la "enfermedad" de ciertos animalitos que habitan en aguas dulces o saladas.



Cuando un elemento extraño penetra en sus valvas, la ostra "se enoja" y forma alrededor del intruso un montoncito de nácar. Con el tiempo el nácar se endurece transformándose en una perla natural.




Las perlas pueden tener variadas formas: esféricas, semiesféricas, parecidas a las gotas, completamente irregulares... Las preferidas por los joyeros, las "estrellas" de las perlas, son las bien redonditas.




Existe además, otro tipo de perlas. Son las denominadas perlas cultivadas. Se fabrican así: se introduce en el interior de una ostra un trocito de epitelio (parte externa) de otro molusco que también es un animal marino. Y la ostra elabora la perla.



Los pescadores de perlas son excelentes buceadores. Permanecen sin respirar durante largos períodos. Hay pesquerías de perlas en las costas de Venezuela, Australia, Japón, el Golfo Pérsico y el Mar Rojo.






Revista Anteojito N°1594, p. 24
26 de septiembre 1995

Allá por 1492... Así fue la vestimenta

Es difícil describir con precisión cómo se vestía la gente allá por 1492. Los atuendos y tocados se modificaban o perfeccionaban con gran rapidez. Lo que sí se puede asegurar, es que la moda por aquellos tiempos era muy extravagante. En esta vestimenta atrevida para entonces se manifestaba el deseo del hombre de superarse y alcanzar metas cada vez más lejanas. La ropa femenina no se diferenciaba mucho de la masculina. Se preferían telas ligeras a los antiguos y pesados cáñamos. Las joyas y los fantásticos tocados mostraban el afán desmedido por el lujo.

La ropa masculina era más audaz que la femenina. La prenda característica era el "gown", que se ajustaba a la forma de los hombros y luego caía suelto. Se ceñía con un cinturón. El "jubón" era una vestidura extremadamente corta, abotonada adelante y con hombreras enormes que daban apariencia de gran anchura al tórax. Las mangas eran anchísimas (tanto que a veces llegaban al suelo) y desmontables. Las piernas se cubrían con calzas ajustadas y los pies con zapatos bajos y livianos. Esta vestimenta creaba en el hombre de la época la apariencia de un gran trapecio apoyado sobre dos piernas delgadísimas.




Para las mujeres la prenda más importante era la "túnica", ajustada a la cintura y que caía formando pliegues. Encima de la túnica llevaba la "cotardia", que era una especie de jubón forrado como el de los hombres. Las mangas tenían grandes hendiduras. La gran innovación de la época fueron los profundos escotes, criticados por los moralistas de entonces. Se suprimió el velo que pasaron a usar sólo las monjas y las viudas. También estaban de moda larguísimas colas que era necesario llevar en el brazo para poder caminar.

Pero lo más sorprendente eran los tocados. "Tubo de chimenea", "mariposa", "cojín", eran algunos de ellos. El último consistía en una especie de rodete almohadillado. El cabello se enrollaba en espiral alrededor de ambas orejas dando aspecto de gran anchura a la cabeza. El tocado "salchicha" era un rollo con tejido acolchado que se disponía en forma de "U" sobre la frente. Los hombres preferían el "capirote" con larga punta, o el "chaperón", especie de turbante. También usaban una gorra plana adornada con una joya.

Revista Anteojito N°1594, pp. 21-22
26 de septiembre 1995

¡A prueba de pinchazos!


Un costurero no está completo si falta el dedal, ese pequeño elemento para proteger el dedo mayor de la mano derecha. ¿Cómo nació? Hace muchos años, un joyero alemán llamado Nicolás Bescotén observó que su novia tenía muy enrojecido un dedo, el que empuja la aguja, y en él había claras señales de pinchazos. ¡Eran las huellas que le dejaba la aguja, luego de horas y horas de bordar manteles, carpetitas, pañuelitos!... Para que su amada no sufriera más, le preparó un elemento de oro con el aspecto de un vaso diminuto, y se lo obsequió. Aquel lejano 19 de octubre de 1084 nació el dedal... y todavía está vigente.

Revista Anteojito N°1594, p. 12
26 de septiembre 1995

Casualidad maravillosa

Las cuevas de Altamira (Santander, España) son famosas porque conservan pinturas de la Prehistoria. Su descubridora fue una niña de ¡doce años!
María, mientras su papá Marcelino de Sautuola investigaba en los prados de Altamira, penetró en una cueva cercana. Allí descubrió dibujos de toros y bisontes pintados en rojo y negro. Llamó a su papá que comprobó el valor del descubrimiento. Pese a la alegría por el hallazgo, los científicos de la época -era el año 1894- decían que los dibujos eran un fraude. Sólo después de muchos años se reconoció el valor histórico y artístico de ese descubrimiento de 20.000 años de antigüedad.

Revista Anteojito N°1594, p. 11
26 de septiembre 1995

jueves, 25 de septiembre de 2025

Sueño

El niño quiere perderse
entre los árboles;
el niño tiene un caballo
de pura sangre.

El niño sube a países
de luz y aire;
con una espinita de oro
mata gigantes.

El niño muerde manzanas
asi... de grandes...
y a orillas de un mar de música
llama a su madre.

Claudia Lars
Revista Anteojito N°341, p.3
25 de septiembre 1971
https://fanasdegf.blogspot.com/2025/09/revista-anteojito-n-341-23-09-71.html


Revista Anteojito N°915, p.3
25 de septiembre 1982
https://fanasdegf.blogspot.com/2022/09/revista-anteojito-n-915-23-09-82.html

lunes, 22 de septiembre de 2025

Al correr de la pluma

Cuando tenemos que anotar algo tomamos nuestro bolígrafo y... ¡ya está! ¿Siempre fue así? Los antiguos asirios utilizaban estiletes de caña para grabar sobre arcilla. Los egipcios: un pincel hecho con tallos de papiro.





Fue en el siglo VII cuando se descubrió la utilidad de las plumas del ganso (del ala derecha). De variados colores, "corrían" sobre el papel y delineaban las letras con precisión. Estas plumas se usaron hasta el pasado siglo XIX.




Luego se les agregó un trocito de metal con una ranura y un agujerito en el medio, llamado plumilla. La pequeña era la cucharita y la alargada, la cucharón. Se mojaba en tinta: líquido coloreado de azul, negro o rojo. Y ¡a escribir!




Casi al mismo tiempo "nació" el más elegante de todos los elementos para escribir: la pluma fuente. Esta lapicera poseía un tanque con tinta incorporada y su carga duraba bastante tiempo. Tenía un capuchón con un sujetador.




En el año 1942, en nuestro país, un húngaro llamado Biro inventó el bolígrafo o "birome". Su trazo es muy difícil de borrar. Algunos pueden recargarse pero la mayoría son descartables. Este invento se difundió por el mundo entero. Seguro que vos tenés varios boligrafos ¿no?

Revista Anteojito N°1489, p.33
22 de septiembre 1993
https://archive.org/details/23a_20230103_202301/33.jpg

Presencia del campo


Como una rueda visible
del cielo, la luna roja
va acarreando la noche
sobre la campiña sola.

(Aquí y allá, en las colinas
los perros, ya entre las sombras,
se vuelven, un punto, y ladran
a su enorme luz redonda.)

Lo que trae el carro es sueño
de no sé qué mano pródiga,
de cuyo dueño, tan sólo
se ven estrellas remotas.
Juan Ramón Jiménez
Revista Anteojito N°1489, p.03
22 de septiembre 1993

domingo, 21 de septiembre de 2025

CXXXV Melancolía

Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos. 
Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo. 
Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas. 
—¡Platero amigo!—le dije yo a la tierra— ; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí? 
Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...
Juan R. Jiménez
“Platero y yo”, CXXXV

sábado, 20 de septiembre de 2025

La lengua de los faraones: La piedra Rosetta

Popularmente, "jeroglífico" es sinónimo de idioma incomprensible. Sin embargo, es del todo inteligible, y eso gracias a un jovencito de unos pocos años más que vos y a un descubrimiento accidental.

Egipto, 2 de julio de 1798
. Napoleón, dueño de los destinos de Europa, llega a este lejano y misterioso país, tierra a la que su genio militar reconoce como puerta de Oriente y vital para realizar sus conquistas. Había partido hacia allí con nada menos que 38.000 hombres, embarcados en una titánica flota de 328 barcos. Su campaña incluía una marcha a través del desierto, y fue durante ella que Napoleón, enfrentado a las milenarias pirámides, al lado de las cuales su ejército parecía de juguete, pronunció su famosa frase: "Soldados!", les dijo en alta voz, "desde lo alto de estas pirámides cuarenta siglos nos contemplan".
La impresión producida por aquel antiquísimo mundo fue grande. En consecuencia, muchas reliquias del mismo fueron obtenidas por el ejército napoleónico para llevar a Europa. Allí, muchos expertos se dedicaron a estudiar las piezas y revelar sus misterios. No obstante, la más importante de ellas fue hallada por una casualidad. A siete kilómetros y medio de Rosetta, en el Nilo, se encontraba el fuerte de Rachid, en el cual se estaban haciendo trabajos de reparación. Excavando en cierto sector, el pico de un soldado dio contra lo que creyó que era una piedra. Al extraería, descubrió que era una losa oscura en la cual se hallaban grabados distintos signos incomprensibles. Napoleón aseguró inmediatamente el curioso hallazgo.


En 1807, un joven francés de apenas 17 años, Jean-François Champollion, lee en la Academia de Grenoble un trabajo de su autoría acerca de "Egipto bajo los faraones". Sus conclusiones son tan novedosas y lógicas, sus investigaciones tan serias y su retórica tan madura, que los académicos, impresionados, lo nombran, a pesar de su edad, miembro correspondiente. Les sorprende su perfecto dominio del hebreo, el árabe y el copto. Uno de estos académicos, llamado Fourier, fue quien le mostró por primera vez una copia de la piedra Rosetta, como ya era llamada la reliquia rescatada por Napoleón. Desde entonces, la meta de Champollion sería descifrar sus jeroglíficos, y así la lengua egipcia antigua.



Aquel mismo año de 1807 se trasladó a París, donde estudiosos como Foureroy o Silvestre De Sacy le prestarian todo su apoyo. Pero la victoria era absolutamente suya: dándose cuenta de que el texto de la piedra estaba dividido en tres columnas, una escrita en aquellos misteriosos jeroglíficos, otra en demótico y una tercera en griego, Champollion llegó a la conclusión de que el texto de las tres era el mismo y que, estudiando la versión griega. cuya lengua se conocía, era posible descifrar el resto. En efecto, al año siguiente aquella lengua secreta de los faraones comenzaba a ser de su dominio. El audaz jovencito resolvía así un rompecabezas de lo más singular.


Posdatas:
  • Jean-François Champollion nació en Figeac (Francia) el 23 de diciembre de 1790 y murió en París el 4 de marzo de 1832.
  • Un hermano de este gran egiptólogo, Jacques Joseph Champollion Figeac (1778-1867), fue un gran arqueólogo y ensayista, aunque resultó eclipsado por el brillo sin igual de su hermano menor, el inmortal descifrador de los jeroglíficos.
Revista Anteojito N°1541, p. 39-40
20 de septiembre 1994

¿Quién bautizó a la "primavera"?


Fueron los antiguos romanos. Ocurre que el calendario con que ellos medían el tiempo era diferente del que usamos hoy en día. En lugar de doce meses, el año "romano" tenía diez y empezaban a contar a partir de marzo porque para ellos enero y febrero no existían. Sabemos que en el hemisferio Norte en marzo comienza la primavera. Ésta era la primera estación del año para los antiguos romanos. ¡Y si! "Primavera" en latín significa primera y ése fue el nombre con que bautizaron a esta florida estación. El nombre se perpetuó aunque más tarde se agregaron al calendario los meses de enero y febrero.
Revista Anteojito N°1541, p. 5
20 de septiembre 1994

¡Que llueva, que llueva!

Compañero insustituible del impermeable y de las botas de goma, el paraguas completa el equipo de lluvia. Pariente cercano del severo bastón y de la delicada y hermosa sombrilla, el paraguas tiene también su historia y por supuesto que se trata de una historia "llovediza".

En el siglo XVI los cortesanos franceses lo usaban. Pero el paraguas era objeto de burlas. Se lo veía como un objeto raro e incómodo. Recién en el siglo XVIII su uso se hizo masivo y el rey de Francia, Luis XV, tuvo que instituir el gremio de fabricantes de paraguas.


Se difundió luego por todo el mundo. Sus partes son: la empuñadura, el bastón, la tela, las varillas, el anillo de tope que se encuentra al final del bastón y el collar que sujeta las varillas. Se "guarda" en una funda.



Las telas de los paraguas -que son impermeables- presentan diversos diseños y colores. Los primeros paraguas fueron largos y podían abrirse y cerrarse fácilmente, pero eran manuales y no podían plegarse como los automáticos. Es decir, eran útiles mientras llovía, pero luego... una incomodidad.

A pesar de ser un elemento de uso cotidiano, tiene algo de mágico. Escondido en un bolsillo -como en la manga de un mago- de pronto, cuando cae un chaparrón, se abre, se extiende, se despliega transformándose para protegernos del enojo del tiempo.



Revista Anteojito N°1541, p. 31
20 de septiembre 1994

¿Qué es el letargo?

El letargo o hibernación es un estado de inactividad parecido al sueño en que se sumen algunos animales durante el invierno. Cuando hace mucho frío y empiezan a escasear los alimentos los osos, las marmotas, los murciélagos y las ardillas, entre otros, se ponen a hibernar: la temperatura del cuerpo desciende, los ritmos cardíaco y respiratorio disminuyen y el peso se reduce porque los animales consumen sus reservas. Cuando llega la primavera, hace más calorcito y los animales, que ya tienen alimentos disponibles, despiertan de su largo sueño invernal.

Revista Anteojito N°1541, p. 10
20 de septiembre 1994