Un costurero no está completo si falta el dedal, ese pequeño elemento para proteger el dedo mayor de la mano derecha. ¿Cómo nació? Hace muchos años, un joyero alemán llamado Nicolás Bescotén observó que su novia tenía muy enrojecido un dedo, el que empuja la aguja, y en él había claras señales de pinchazos. ¡Eran las huellas que le dejaba la aguja, luego de horas y horas de bordar manteles, carpetitas, pañuelitos!... Para que su amada no sufriera más, le preparó un elemento de oro con el aspecto de un vaso diminuto, y se lo obsequió. Aquel lejano 19 de octubre de 1084 nació el dedal... y todavía está vigente.
Revista Anteojito N°1594, p. 12
26 de septiembre 1995
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