viernes, 26 de septiembre de 2025

Palabras mezcladas

Los conquistadores sabían que los ingleses hablaban en inglés, los franceses, en francés y los portugueses, en portugués. ¿Y los incas? Hmmmm, era un poco más complicado.

¿Cómo dijo?
El Imperio Inca o "Alto Perú", como lo denominaron los españoles, se extendía sobre el Ecuador, Bolivia y el noroeste de la Argentina. Una de las mayores dificultades que encontraban los gobernantes y también los conquistadores fue la multiplicidad de dialectos. Se contaban alrededor de setecientos, muchos de ellos hablados por grupos muy reducidos. Algunos aún pueden escucharse. Por ejemplo, el kauke que se habla en Yauyos, un municipio ubicado al noroeste de la capital peruana, Lima, que cuenta sólo con 7.500 habitantes.

Vivitas y coleando
Pero en el momento en que llegaron los españoles las lenguas dominantes eran tres: el quichua, el aimará y el uru. La última estaba en decadencia y en la actualidad ha desaparecido. En cambio, las dos primeras aún se conservan. En un censo que se realizó en el año 1940, en el Perú se comprobó que la mitad de los chicos en edad escolar se comunicaba en esas lenguas y que el treinta y cinco por ciento no sabía español.

Parecidas
El quichua como el aimará son muy ricos en palabras variadas. Tienen una fonética semejante y pueden expresar toda una frase en una sola palabra. A partir de una palabra "raíz" derivan otras. Por ejemplo, del vocablo aimará "ali" que significa "planta" surgen 82 voces desde "germinar" hasta "ser una planta en bello crecimiento". Cada palabra tiene un pequeño número de silabas que jamás excede el número de cinco.

Palabras con risa
El quichua más puro se hablaba en Cuzco, la capital del Imperio. Los españoles consideraban que era una lengua dura por su fonética gutural. Las onomatopeyas eran frecuentes por lo que algunos vocablos eran muy graciosos. En quichua "estornudando" se dice "atchicuni” y bebé se conoce como "huahua". En aimará, algunos nombres de pájaros recuerdan el sonido de sus cantos: el kotchitchi o el lekeleke.

Revista Anteojito N°1700, p. 6
26 de septiembre 1997

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