Hemos venido sin querer
y sin saber vamos andando,
tal como el viento ignora cuándo
Y dónde se ha de detener.
¿Quién ha mecido nuestra cuna?
Fue el Amor o fue la Tristeza?
Somos el mal de la Pobreza?
Somos el mal de la Fortuna?
Venimos de la multitud?
Es nuestra madre una virtud
que nos dejara abandonados?
Hemos venido sin querer
y sin saber vamos andando,
tal como el viento ignora cuándo
y dónde se ha de detener.
Sean benditos los portales
que han amparado nuestros gritos
en la noche invernal. ¡Benditos
sean también los Hospitales!
Hoy, para damos alegría
la sociedad sentimental
abre un paréntesis cabal
que ha de durar tan solo un día.
Y nuestro día es todo el año!
Y es un mismo año nuestra vida,
vamos por una oscurecida
senda de rudo desengaño.
La irónica beneficencia
hoy lucirá sedas y alhajas,
para arrojarnos las migajas
de su esplendor y su opulencia.
Caridad llegada a deshora
para salvar la Humanidad!
Fuera como dar claridad
con una lámpara a la aurora!
Hemos venido sin querer
y sin saber vamos andando,
tal como el viento ignora cuándo
y dónde se ha de detener.
Nuestros padres nunca han tenido
seguramente un día tal.
Y han fallecido en un portal,
Cual nosotros hemos nacido.
Ellos han sido acaso buenos.
No nos pudieron ver sufrir,
Y nos lanzaron a vivir…
Pero a vivir la vida al menos!
¿Quién ha mecido nuestra cuna?
Fue el Amor o fue la Tristeza?
Somos el mal de la Pobreza?
Somos el mal de la Fortuna?
Sí, pues, no somos responsables,
ante la honesta sociedad,
de no tener paternidad
y sor los niños miserables!
Hemos venido sin querer
y sin saber vamos andando,
tal como el viento ignora cuándo
y dónde se ha
de detener.
Mario Bravo