miércoles, 31 de enero de 2018

Brisas Correntinas

En las noches silentes, serenadas y bellas
en que el alma del bosque pareciera soñar;
en que brillan fulgentes, diamantinas estrellas
y nos cuenta la luna sus divinas querellas,
hay un suave perfume que nos suele embriagar.

Son las brisas cuajadas de aromitas y azahares
que nos llegan al alma, desde el gran Paraná,
cual si fuera el aliento con que los trebolares
perfumaron el cofre de los Santos Altares
en el que desangran cinco llagas Tupá.

Son las brisas benditas que besaron la frente
y la carne morena, limpia de la Itatí,
al morir de una tarde aromada y silente
en que hallose su cuerpo, que arrojó la corriente,
en la playa desierta del solar guaraní.

Carlos A. Castellan
Revista Vida Correntina, Primer Magazine Correntino. 
Año III, N°77, Abril 10 de 1936, pág. 12.

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