martes, 31 de agosto de 2021

Nueva Escuela 17: Lengua Protocolo

PROTOCOLO
“Sin duda, la mayor manera de analizar la composición del texto escrito, así como de construir un modelo teórico, es observando el proceso en acción, o sea ver autores que escriben textos.
Pero una buena parte del proceso de composición ocurre en el cerebro del escritor y, por lo tanto, es interno y no observable.” (Cassany, 1987).
El instrumento que usan Hayes y Flower para obtener datos acerca de las acciones que realiza, las estrategias que usa, las dudas que se le presentan, las elecciones que hace cualquier escritor mientras escribe, se llama protocolo. Los autores, a medida que escriben, van verbalizando lo que hacen y piensan. Lo que dicen los escritores se graba y luego la grabación se transcribe y se analiza. A esa transcripción se le llama protocolo y resulta un material riquísimo para el análisis de los procesos redaccionales.
Un resultado similar puede lograrse a través de un trabajo grupal. Si se registran las discusiones del grupo antes, durante y después de la producción del texto, podrá analizarse el proceso de escritura realizado por el grupo.
El siguiente es un fragmento de un protocolo elaborado a partir del registro de un ejercicio de escritura grupal. Hay que aclarar que la propuesta de escritura hecha al grupo (un grupo de estudiantes recién ingresado a la universidad) era la siguiente: había que escribir un relato policial, pero el texto tenía que producirse como reelaboración de la novela El amante, de Marguerite Duras, leída por el grupo.

“El grupo sabe que el tipo de texto a producir es un texto narrativo literario que debe pertenecer al género policial y se preocupa por definirlo. Uno de los integrantes del gripo dice:
“En un relato policial tiene que haber un elemento violento”
Hay que decidir entonces cuál va a ser ese elemento. “El chino no mata al padre.” O: “El hermano mayor mata al chino.”
El hecho de que el texto a producir sea literario genera preocupación en algunos integrantes del grupo por los recursos a usar. “Me gusta escribir en primera persona, y desde el final.”
“Se podría mezclar con saltos temporales.” “Puede ser interesante contar desde el final.” El grupo sabe que va a tener que hacer ciertas elecciones discursivas; se abren posibilidades. Después habrá que elegir. Pero aparece también la preocupación acerca de cómo va a empezar el texto; se trata de encontrar su organización.
En medio de la discusión alguien recuerda un texto leído (que puede llegar a funcionar como modelo) en el que un personaje, ya muerto, cuenta su historia desde el cajón. Alguien conecta el recurso con otro usado por García Márquez en un cuento en que el que cuenta siente, mientras lo hace, que se está pudriendo. Aparecen, pues, diferentes posibilidades que el grupo tendrá que determinar si toma o no.
Antes de que el grupo decida empezar a escribir, volverá a la cuestión de cómo empezar el texto: “¿Empezamos en el barco”
“¿A quién va a matar?” Todavía no está definida la historia que se va a contar pero igual se necesita empezar.

Lo que registra el fragmento de protocolo es la etapa de planificación del texto. En él se ven, a partir de lo verbalizan los integrantes del grupo, las innumerables cuestiones que tiene que resolver un escritor antes de empezar a escribir. Lo que aquí aparece verbalizado por el grupo, en un trabajo individual de escritura se da en el cerebro del escritor. Hay dudas que pueden resolverse (por ejemplo, el grupo se plantea qué es un relato policial y logra acercarse a su definición) y otras que no (por ejemplo, no llega a acordarse la organización del texto).
Después de esta etapa de planificación que registra el fragmento de protocolo, el grupo comenzó a escribir el relato, aun sin haber definido ni la organización del texto ni los recursos a usar.

sábado, 21 de agosto de 2021

Cir… ¿Cuánto?

Algunos me llaman círculo,
pero soy una circunferencia,
pues solo tengo contorno,
he ahí la diferencia.

Y sólo el que muy bien se fija
nunca se confundirá
entre el que posee área
y la que no la tendrá jamás.

Por ser una circunferencia
saber mi perímetro es sencillo,
pero si no quieres confundirte
compárame con un anillo.

Cuando calculan mi área
es porque un círculo soy
algo parecido a una moneda,
como ejemplo te doy.

Si desde el centro trazas
a mi contorno un segmento,
conocerás lo que llaman radio
y son infinitos, te cuento.

Y si unes dos puntos de mí,
una cuerda se dibujará,
que si pasa por el centro
en diámetro se transformará.

Este diámetro mide,
como te habrás dado cuenta,
el valor de dos radios
y mil ejercicios se inventan.

Para finalizar te comento:
mi área es pi por r al cuadrado
y si necesitas mi perímetro
2 pi por r es lo adecuado.

Danny Perich Campana

martes, 17 de agosto de 2021

Poesía matemática

En las muchas hojas
del libro de matemáticas
un Cociente se enamoró
un día dolorosamente
de una Incógnita.

La vio con su mirada innumerable
y la vio desde el ápice a la base:
Una figura impar;
ojos de robot, boca de trapecio,
cuerpo rectangular, senos esferoides.

Hizo de la suya una vida
paralela a la de ella,
hasta que se encontraron
en el infinito.

<<¿Quién eres tú?>> -indagó ella
con ansia radical.
<<Pero puedes llamarme hipotenusa>>

Y de hablar descubrieron que eran
(lo que en aritmética corresponde a las almas
hermanas)
primos entre sí.

Y así se amaron
al cuadrado de la velocidad de la luz,
en una sexta potencia
trazando,
al sabor del momento
y de la pasión,
rectas, curvas, círculos y líneas sinusoidales
en los jardines de la cuarta dimensión.

Escandalizaron a los ortodoxos de las formas
euclidianas
y a los exegetas del Universo infinito.
Rompieron convenciones newtonianas y
pitagóricas.

Y en fin resolvieron casarse,
constituir un hogar,
más que un hogar, una perpendicular.
Invitaron como padrinos
al Polígono y a la Bisectriz.

E hicieron planos y ecuaciones y diagramas
para el futuro
soñando con una felicidad
integral y diferencial.

Y se casaron y tuvieron una secante y tres conos
muy graciosillos
Y fueron felices
hasta aquel día
en que todo se vuelve al fin
monotonía.

Fue entonces cuando surgió
El Máximo Común Divisor.
Ofrecióle, a ella,
una grandeza absoluta
y la redujo a un denominador común.

Él, Cociente, percibió
Que con ella no formaba un todo,
una unidad.
Era un triángulo, llamado amoroso.
De ese problema él era una fracción
la más ordinaria.

Pero fue entonces cuando Einstein descubrió
la Relatividad
Y todo lo que era espurio pasó a ser
moralidad
Como en cualquier sociedad.

Millôr Fernandes

viernes, 6 de agosto de 2021

Teorema del solitario

Tomemos una cifra imaginaria
cero
y un hombre imaginario
uno
el cero no existe
pero él cree que sí
el dos se queda siempre
en
uno
el uno existe
pero nadie le cree.
Leopoldo Castilla