que se pudre en la heladera.
Es un barco vacío,
un trolebús por dentro,
La tristeza no paga lo que debe,
negocia a espaldas nuestras
todos nuestros derechos.
Yo escribo este poema a la tristeza
a reglamento.
Eduardo D´Anna
El Lagrimal Trifurca N°12, Junio 1975
p.16
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