domingo, 30 de junio de 2024

El ciclista equilibrista

A la izquierda se detallan los elementos que deben emplearse en el armado de este juguete. En cuanto a las figuras A, B y C, que están al píe de la página, deben pegarlas sobre cartulina y recortarlas con cuidado.
Sigan las instrucciones de la figura 1 para armar el juguete. Paraca las ruedas no olviden de hacer una ranura en el corcho, pues por esa ranura se deslizarán las ruedas sobre un hilo de nailon. Sobre las ranuras de pegar corcho las ruedas de cartulina con rayos.

Revista Anteojito N°38, pp. 37
1 julio 1965
https://archive.org/details/anteojiton381julio1965/page/n36/mode/1up

El nadador automático

En la Figuro 1 se indican los materiales necesarios para este entretenimiento:
A) Uno pelota de ping pong. B) Un palito de chupetín. C) Dos rodajas de corcho. D) Alambre: 12 cm de largo. E) Dos alfileres de gancho. F) Dos perlas. G) Un corcho cortado por la mitad. H) Alambre: 16,5 cm de largo. I) Dos medias rodajas de corcho. J) Trozo de cinta elástica.
Unir todos los elementos de la figura 1 tal como se indica en las figuras 2 y 3. Armarlo sobre uno tablita y enrollar el elástico en los brazos del na dador. Al soltarle los brazos, se pondrá en funcionamiento el muñeco, al que se verá nadar.

Revista Anteojito N°38, pp. 36
1 julio 1965
https://archive.org/details/anteojiton381julio1965/page/n35/mode/1up

viernes, 28 de junio de 2024

Balada de la luna en el pino


La luna estaba en un pino,
rosa en el cielo violeta...
Hoy viene en una carreta,
muerto y sin rumor, el pino.

¡Vendrá la luna en el pino,
sobre el polvo del camino!,
¡oh, qué frescura violeta!
¡Cómo gime la carreta
sobre el morado camino!

¿Vendrá la luna en el pino?
¡Cuán blandamente va el pino
rozando el suelo violeta!
¡Llanto verde la carreta llora,
del verdor del pino...!

¿Vendrá la luna en el pino?
¿Dónde está el lirio divino
de aquel naciente violeta?
¡Lleva, rosa la carreta
como un esplendor divino!

¿Vendrá la luna en el pino?
La luna estaba en un pino;
hoy viene en una carreta,
muerto y sin rumor, el pino...
¿Vendrá la luna en el pino?

Juan Ramón Jiménez
Revista Anteojito N°1529, pp.10
28 junio 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1529/page/n10/mode/1up 

jueves, 27 de junio de 2024

El Rey del Río de la Plata

¿Un rey gobernando en nuestro país? ¿Es posible? Bueno, ése fue al menos el proyecto de algunos de nuestros más distinguidos patriotas. Aunque el proyecto fracasó, ellos pusieron todo de si para hacerlo realidad.

Son conocidas las dos posturas que tomaron los congresales de Tucumán acerca del modo de gobierno necesario para la nueva Nación. Estos bandos fueron el republicano y el monárquico. Como defensor del primero, que resultó triunfante, citamos al culto fraile Justo Santa María de Oro. En el segundo, se destacaban José de San Martin y Manuel Belgrano. Sin embargo, Belgrano, que a diferencia de San Martin tuvo oportunidad de estar en algunas de las sesiones del Congreso, intento por todos los medios convencer a los diputados de las ventajas de tener un rey. Según su teoría, pasadas las efusiones de la Revolución Francesa (1789), el mundo volvía a considerar a la monarquía como la forma de gobierno más "ordenada" y паtural. Pero en todo caso, aceptada esta idea como legitima, se imponía una pregunta: ¿quién sería el rey? ¿Cómo elegirlo? Belgrano tenía resuelta la cuestión. El rey debía ser elegido entre los descendientes de la antigua dinastía inca, de los cuales se aseguraba que aún vivían en el Alto Perú. Y esto no es todo. Porque, según se consideró en las sesiones dedicadas a examinar esta cuestión, elegido un monarca inca la capital ideal para nuestro país sería Cuzco (Peru). Esta ciudad había sido antiguamente el centro cultural y político del imperio inca, así que parecía la elección más natural. Pero la idea terminó por parecer descabellada a la mayoría, que decidió olvidarla. Hoy también, a nosotros nos suena así, pero nadie puede asegurar qué hubiera ocurrido de concretarse el proyecto belgraniano.

¿SABÍAS...
que la ciudad de Cuzco está a 3.488 metros de altura sobre el nivel del mar? Gracias a ello, su clima es benigno y se considera favorable para la salud. Muchos afirman que Cuzco es la ciudad más antigua de América.








Revista Anteojito N°1581, pp.23
27 junio 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1581/page/5/mode/1up

viernes, 14 de junio de 2024

En los yerbatales: El Rairo

El mate pasa de mano en mano. Es rueda de amigos. Como en el campo, estos chicos de la ciudad matean mientras repasan la lección. A propósito del mate-dice Sebastián con aire de conocedor-, alguno sabe qué es un rairo?

UN TRABAJO MUY PESADO
-Cuando vivíamos en Misiones mi papá me llevaba a los yerbatales.
-¿Dónde se cultiva la yerba mate?-pregunta Diego.
-Así es. Y allí veía a los peones que cargaban una enorme bolsa llena de ramas y gajos de yerba.
-¿Pesaba mucho?-interroga Silvia.
-Tanto, que siempre tenían que caminar con la espalda muy inclinada.

UN NOMBRE RARO

-Esa bolsa es el rairo.
-¿Cómo la hacen? -pregunta Sandra.
-La van tejiendo con tientos de cuero en forma de red. La sujetan bajo los brazos y en la frente, como una vincha, con fuertes correas. Esta pesadísima carga es trasladada hasta un lugar donde se controla su peso. ¡Puede llegar a los 100 kg!




EL HOMBRE DE LA BOLSA
-Cuando el peón no puede costearse el rairo de cuero, lo confecciona con loneta bien fuerte
o, lo que es mejor aún, con una lona impermeable -continúa explicando Sebastián. -Allá en los yerbatales, también le dan el nombre de rairo al paquete de hojas de yerba que se coloca en la bolsa.

Revista Anteojito N°1527, pp.24
14 junio 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1527/page/n23/mode/1up

jueves, 13 de junio de 2024

¿La bandera tiene un sol?

La respuesta es "si y no"... Te explicamos: la bandera "con sol” es la Bandera Oficial de la Nación, aprobada por el Congreso de Tucumán reunido en Buenos Aires el 25 de febrero de 1818. Claro que no es cualquier sol: es el Sol de color amarillo oro con treinta y dos rayos flamígeros y rectos. Sólo tienen derecho a izar esta Bandera Oficial, todas las dependencias del Gobierno Nacional y de los Gobiernos provinciales. Es la que izamos en la escuela todos los días. En cuanto a la bandera que no tiene sol, es la que enarbolan las personas en sus casas o en instituciones privadas. Estas disposiciones acerca del sol de la Bandera fueron determinadas por un decreto gubernamental del año 1944 que dice: "Tienen derecho a usar la Bandera Oficial, el Gobierno Federal, los Gobiernos de Provincias y Gobernaciones. Los particulares usarán solamente los colores nacionales en forma de bandera, sin sol...”

Revista Anteojito N°1579, pp.6
13 junio 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1579/page/n5/mode/1up

Papá y yo

Cuando estoy callado,

vienes y te quedas
tranquilo a mi lado.

Apoyas la frente
remota en mi pecho
que apenas te siente.

Y así, mudo y quieto,
escuchas y escuchas
un rumor secreto.

¿Oyes la canción
que brota del fondo
de mi corazón?


Francisco Luis Bernárdez
Revista Anteojito N°1579, pp.2
13 junio 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1579/page/n2/mode/1up

jueves, 6 de junio de 2024

Leyenda del palo borracho


Naipá era hija del cacique Caimaré, que habitaba las hermosas y cálidas tierras del Litoral. Huérfana de madre fue criada por las mujeres de la tribu. Creció en medio de la naturaleza y aprendió el lenguaje de las flores, del río, de los pájaros... Un día paseaba por el bosque cuando conoció a un apuesto joven de quien se enamoró. Fue correspondida y poco después ambos unieron sus vidas. Pero los jóvenes de la tribu miraban con disgusto a ese extranjero que ocuparía el trono de sus mayores y una noche le dieron muerte. Naipa presa de dolor, huyó al bosque, fiel testigo de su amor, y nunca más regresó a su tribu. Su único consuelo era el llanto. Sus lágrimas calan incesantemente regando la tierra... Todos la buscaron, pero jamás pudieron hallarla porque Naipa poco a poco fue transformándose en un árbol con el tronco erizado de espinas y la copa cuajada de bellísimas flores. Ese árbol es el palo borracho cuyas espinas simbolizan el dolor de Naipa y las flores, la magia de su amor.

Revista Anteojito N°1578, pp.34
6 junio 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1578/page/n33/mode/1up