domingo, 20 de agosto de 2017

Mi madre

Es tan difícil de recordar
mi infancia
Aquellos momentos de amor
jugando, creando, soñando y cantando...
Mi madre me hizo feliz.

Aquellos recuerdos
que tengo de niña
Recuerdos que guardo de ti.
Amor y ternura
mi dulce alegría
Mi madre me hizo feliz.

Tus brazos siempre me dieron calor
y suaves besos de amor,
tu ternura, tu sonrisa y tu voz me dieron
a ti...

Aquellos recuerdos
que tengo de niña
Recuerdos que guardo de ti.
Amor y ternura
mi dulce alegría
Mi madre me hizo feliz.

Tus brazos siempre me dieron calor
y suaves besos de amor,
tu ternura, tu sonrisa y tu voz me dieron
a ti...

Aquellos recuerdos
que tengo de niña
Recuerdos que guardo de ti.
Amor y ternura
mi dulce alegría
Mi madre me hizo feliz.
Mi madre me hizo muy feliz, me hizo muy feliz...

"My Mother" - The Chipettes
The Chipmunk Adventure 1987
Alvin y las ardillas alrededor del mundo

miércoles, 16 de agosto de 2017

Rouna, la perra de San Roque

El perro es el atributo que hace que reconozcamos a San Roque, siempre a su lado, con su pan en la boca, en una sempiterna sonrisa. Siempre suele ser pequeño, de raza indefinida con o sin rabo. Este simpático can, alimentó al santo en su retiro en una cueva y le lamía la llaga de la pierna, producida por un saetazo.
En Calatayud, de donde es patrón, creen que es una perra y se llamaba Rouna, de ahí el nombre de una de las peñas. La versión más extendida es que se llamaba Melampo (el de los pies negros), haciendo referencia a un personaje de la mitología griega, adivino, que conocía el lenguaje de los pájaros. Su dueño era Gottardo Pastrelli, que debía ser, a la sazón, un hombre culto para ponerle al perro dicho nombre.
Ninguna crónica menciona que San Roque se llevará con él de vuelta a su casa en el sureste francés, a Melampo, por lo que debió permanecer fiel a su dueño Pastrelli y se quedó con él. Tal vez este cristiano rico y noble fue el hagiógrafo del santo por el que pasó a la historia junto con el generoso perro.

Fuente: http://www.subastassegre.es/curiosidades-sobre-el-perro-de-san-roque/

domingo, 13 de agosto de 2017

Oda al mate cocido


Después que Mario Nestoroff habló del mate,
lo mejor ya estuvo dicho.
Pero el no habló del cocido,
la taza humeante y verdecita
con sabor a colimba y pobrerío.
Ni del refrigerio de los empleados públicos
con algunos bizcochitos
pero exilado al exterior de los despachos,
al más allá de las alfombras
y del acondicionado aire.
El cocido se mimetiza
con solo una galleta arriba de un andamio,
y es celebración para la magia
de miles de ladrillos ordenados,
por el oficio, la cal y la plomada, allá,
en el medio del viento.

El cocido con leche es solidario,
desayuno y algo más, acá en el sur,
latinoamericano.
Es el que piden los pobres en los barrios,
cuando los políticos transitan
la geografía del voto y la promesa.
Una taza de cocido con leche y un pancito,
impiden en la escuela los desmayos,
y el tiritar de los niñitos pálidos
en frente de la misma enseña patria.
En nuestro corazón, sabemos, demasiado,
que esa bandera al flamear, saluda,
las maestras y a su sueño desvelado.
a los niños ansiosos de saber,
de galletas, de amor y de cocido.
A los que anhelan, simplemente,
con el trabajo de sus manos
alimentar a sus hijos.
Si los ministros, gobernadores, presidentes,
títeres asombrados de la
globalización, supieran,
de qué modo late un corazón de niño
frente a una taza de cocido.
O mejor si esos niños, un día,
saben como ser dignos, libres,
argentinos.


Eduardo Gómez Lestani

viernes, 11 de agosto de 2017

Coplas del prisionero

Estamos prisioneros,
prisionero:
yo de estos torpes barrotes,
tú del miedo.

¿Adónde vas que no vienes
conmigo, a empujar la puerta?
No hay campanario que suene
como el río de allá afuera.

Como el que se prende fuego
andan los presos del miedo:
de nada vale que corran...
¡El incendio va con ellos!

No hay quien le alquile la suerte
al dueño de los candados:
murió con un ojo abierto
y nadie pudo cerrarlo!

No sé, no recuerdo bien
qué quería el carcelero...
¡...creo que una copla mía
para aguantarse el silencio!

Es cierto: muchos callaron
cuando yo fui detenido;
¡vaya con la diferencia:
yo preso, ellos sometidos!

Le regalé una paloma
al hijo del carcelero.
Cuentan que la dejó ir
tan sólo por verle el vuelo...

¡Qué hermoso va a ser el mundo
del hijo del carcelero!

Armando Tejada Gómez

Mujeres por caballos

La historia comienza así:
Ruiz Díaz de Melgarejo desollaba doncellas
y Domingo de Irala para hacer su serrallo,
elegía las indias más jóvenes y bellas
para hacerlas cautivas a cambio de caballos.

El hispano cambiaba caballos por mujeres.
¿Quién era el que ganaba? ¿Hubo en el canje usura?
El blanco recibía lujurias y placeres
y el indio aquel prodigio de la cabalgadura.

No esperes Melgarejo hacernos tus vasallos
ni imponer tus blasones tan bravo como eres,
mejor que tú convencen al indio tus caballos
mientras te quita el sueño pensar en sus mujeres.

Yo vengo de una india que fue vendida así
y dentro tus ciudades por traicionar batallo.
Soy el hijo de una doncella guaraní
tasada por los hombres de Irala en un caballo.

La historia termina así:
¿Quién era el que ganaba?
¿Quién era el que perdía?
¿Quién era el que compraba?
¿Quién era el que vendía?

Ni en España ni América
se sabe todavía
quién era el que ganaba,
quién era el que perdía.

Y comenzó Amerindia a tener yeguarizos
y en el fuerte nacía la raza de mestizos.

Odín Fleitas