viernes, 31 de mayo de 2024

Yerba Mate

Cuenta la leyenda que un buen día la Señora Luna tuvo muchas ganas de visitar la Tierra. Todo lo que sabía, lo sabía por boca del Señor Sol, y ella quería ver las cosas con sus propios ojos. Fue así que consultó a la nube Arai, una vieja compañera de viajes Arai le prometió que la llevaría a la Tierra la noche siguiente, una vez que los astros y los hombres se hubieran dormido, despertarlos con la fuerte luz lunar.
Cuando llegó el momento, Arai fue a buscar. a la Señora Luna, que se abrazó fuertemente a ella. Juntas surcaron el cielo y aterrizaron ron en un claro del bosque, que se llenó de luz como si fuera de día. Para no despertar a los hombres y animales. Arai la rodeo con su bruma vaporosa atenuando la claridad que irradiaba. Tan preocupadas estaban por la luz, que no oyeron los pasos furtivos de un jaguar hambriento que las acechaba…
De pronto, el zumbido de una flecha atravesó el claro, y se clavó en el pecho del jaguar que en ese momento saltaba sobre sus presas.
Era la flecha de un viejo indio guaraní, que así las había salvado de las feroces garras. La Señora Luna se sintió muy conmovida por el valor del indio, y quiso premiarlo con un regalo. Le dio la espalda, y se puso a discutir el tema con su amiga la nube. Por fin llegaron a un acuerdo…
La Señora Luna le entregó al indio un ramo lleno de hojas pequeñitas y le dijo: -Con estas hojitas deberás preparar una infusión que se llamará mate. Lo beberás en ronda con tus amigos, para que siempre haya gran amistad entre los tuyos. La Señora Luna se detuvo un tiempo a observar a los animales y las plantas que la rodeaban. Cuando estuvo satisfecha, partió con Arai y pronto comenzó a brillar entre las estrellas. Desde entonces, los indios ofrecen la infusión a todos los que aman y a todos los que llegan con el corazón abierto. Así lo quiso la Señora Luna.


Revista Anteojito N°1525, pp.9
31 mayo 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1525/page/n8/mode/1up

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