Hay un sendero que va
desde tu casa a la escuela.
Está mamá en un extremo en
el otro, la maestra.
Cuando a la escuela diriges
tus pasos alegremente,
llevas ternura en el beso
que mamá te dio en la frente.
Y cuando a casa retornas,
en tu carita de fiesta
llevas el beso de madre
que te ha dado la maestra.
Publio A. Cordero
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