viernes, 12 de julio de 2024

Vamos a casa


La cueva del hombre primitivo, la tienda o choza de nuestros aborígenes, el rancho del gaucho, nuestras casas o departamentos, todos han cumplido y cumplen una misma misión: servir de refugio y cobijar a las personas de las Inclemencias del tiempo o de cualquier problema del medio ambiente.





Las viviendas no son todas iguales porque son diferentes los gustos de quienes las habitan, y distintas sus necesidades. Hay que tener en cuenta el clima del lugar, la superficie de que se dispone y los materiales de construcción, además del gusto y las necesidades de la persona o familia que vayan a habitarla.






En las ciudades, donde la tierra es muy cara, se ha generalizado la construcción de rascacielos. En ellos viven muchas familias y se aprovecha al máximo el terreno. En los barrios todavía existen casas rodeadas por jardines.





En las regiones montañosas se utiliza la piedra como material de construcción porque es abundante. En las zonas boscosas se construyen cabañas de madera. La madera además es un excelente aislante del frio ambiente.






Las viviendas de zonas ribereñas se levantan sobre pilotes (altas estacas) para evitar las inundaciones. En los lugares donde nieva frecuentemente los techos son a dos aguas para impedir que se acumule la nieve.





Revista Anteojito N°1531, pp.25
12 julio 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1531/page/n25/mode/1up

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