Un espejo; un sitio descubierto (puede ser una azotea); una noche oscura y estrellada.
Instrucciones:
- Se toma el espejo y se sube a la azotea.
- Se pone el espejo boca arriba.
- Se tiende uno al lado del espejo.
- Se acerca la cabeza al espejo, pero no demasiado: sólo lo suficiente para ver las estrellas allá en el fondo.
- Se mira con atención las más cercanas, hasta poder calcular con exactitud a qué distancia está; luego se cierran los ojos.
- Se lleva despacio un pie hacia la estrella: después de tocarla hay que asegurarse de que se ha asentado bien el pie.
- Asiéndose con una mano del borde del pozo, se busca con el otro pie una nueva estrella, y se la pisa con firmeza.
- Se busca con la mano libre otra estrella, y se la encierra con la palma.
- Se suelta entonces la boca del pozo y se busca con la otra mano una estrella más. Al encontrarla y sujetarla, se mueve el pie que había pisado la primera. Así, descolgándose de estrella en estrella, se continúa hasta llegar al fondo del pozo.
- Para salir del pozo se tapa el espejo con la mano y se abren los ojos.
Marcial Souto
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