viernes, 26 de enero de 2024

Las medias para los pies

Según parece, la historia de las medias no es tan vieja. En la Antigüedad no existían. Pero si algo similar a ellas: eran unos vendajes que los galos, es decir los antiguos habitantes de Francia se hacían en las piernas. En la Edad Media -a pesar de su nombre- la media tampoco se usaba. Entonces eran las calzas el último grito de la moda. Aún se conservan algunas de ellas intactas, como las de seda escarlata recamadas en oro que pertenecieron a Federico Barbarroja (1123-1190). Pero las medias propiamente dichas son un producto de la segunda mitad del siglo XVI, fabricadas de hilo, algodón, lana o seda y tejidas con punto aguja. Se cree que inventó esto un inglés, William Rider hacia 1564. Pero en esos primeros años de vida la media era muy poco popular (el primero que las usó fue Enrique III de Francia en ocasión de las bodas de su hermana Margarita, en 1569). Esto se debía a que se tejían a mano: pero pronto otro inglés, William Lee, inventó en 1609 una máquina para hacer medias. Así los ingleses se convirtieron en "dueños" de esa industria. Hasta que el ministro francés Colbert (1619- 1683) envió una hábil espía, Jean Hindret, para que se apoderara del secreto de la fabricación de la media. Hindret lo logró, y de regreso a Francia, puso su propio taller, en Bolonia; así se transformó en un verdadero patriota. ¡Y todo gracias a la media!
 
¿SABÍAS...
...que William Lee había pasado a Francia antes de que su invento arraigara en Inglaterra, y que allí murió sin poder imponerlo? Sus obreros regresaron con las máquinas a Inglaterra, donde obtuvieron finalmente éxito.
Revista Anteojito N°1507, pp.7
26 enero 1994
https://archive.org/details/13_20230103/07.jpg

Junto al mar

Me coserán las gaviotas, 

cuando vaya junto al mar,
un vestidito de arena
con sus puntillas de sal.

Usaré collar de olas
y un anillo de coral,
mantilla de blanca espuma
con reflejos verde mar.

Si con agujas de agua
enhebro rayos de sol,
bordaré un manto de algas
encendido de arrebol.

Y con tijeras de viento
que se afilan al soplar,
cortaré un colchón de nubes
para soñar junto al mar.


Elsa Echauri
Revista Anteojito N°1507, pp.3
26 enero 1994
https://archive.org/details/13_20230103/03.jpg

miércoles, 24 de enero de 2024

Una luz en la noche

Una de las Siete Maravillas del Mundo antiguo era el Faro de
Alejandría erigido por Tolomeo II en el 283 a.J.C. Fue el primero que se construyó alrededor de trescientos años antes de Cristo. Estaba ubicado en la isla griega de Pharos a una milla de la costa de Egipto y de ella derivó su nombre.

Los faros tienen la misión de indicar a los navegantes la presencia de la costa. También existen aerofaros que orientan a los aviadores en sus vuelos nocturnos. Los primeros eran alimentados con maderas encendidas, antorchas, carbón, aceite.


Con la aparición de la electricidad, los faros la utilizaron para iluminar la noche. Los faros son torres muy altas que en su interior tienen una escalera caracol. Arriba está la cúpula de vidrio. Un guardafaro los hacia funcionar.


En la actualidad son automáticos. Hay computadoras y medidores del clima que accionan las luces de acuerdo con las necesidades del momento. Poca intensidad en las noches claras y mayor potencia cuando hay niebla.


En nuestro país hay muchos faros. El de Punta Mogotes (Mar del Plata) ha cumplido 100 años. Son famosos el de Quequén y Claromecó en la provincia de Buenos Aires y el del Fin del Mundo, faro más austral del mundo, en la isla de los Estados, actualmente reemplazado por el de Año Nuevo. ¿Te gustaría ir a visitarlo?

Revista Anteojito N°1559, pp.23
24 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1559/page/n22/mode/1up

La Cenicienta

¡Ya suenan las campanadas
que anuncian la medianoche!
Cenicienta, apresurada,
corre hacia el mágico coche.

Su carroza es un zapallo
por el hada transformado,
con ratones por caballos
y un cochero uniformado.

¡Un zapato de cristal
ha perdido en la carrera!
Zapatito de cristal
olvidado en la escalera.

Del mundo de fantasía
donde Cenicienta habita,
para ti vendrá algún día
un hada con su varita.

Elsa Echauri
Revista Anteojito N°1559, pp.2
24 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1559/page/n2/mode/1up

lunes, 22 de enero de 2024

¿Por qué los relojes giran a la derecha?

En la Antigüedad el tiempo se medía con relojes de sol. Lógicamente, en el hemisferio Norte la sombra proyectada por el fiel se desplaza hacia la derecha conforme transcurre el día. Dado que los relojes mecánicos se inventaron en Europa, en el hemisferio Norte, los fabricantes, para no confundir, hicieron que las agujas giraran en el mismo sentido que la sombra de los relojes solares, tradición mantenida a lo largo de los siglos.

Revista Anteojito N°1545, pp.34
18 octubre 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1545/page/n34/mode/1up

domingo, 21 de enero de 2024

Los reyes de la baraja


Si tu madre quiere un rey,
la baraja tiene cuatro:
rey de oros, rey de copas,
rey de espadas, rey de bastos.

Corre que te pillo,
corre que te agarro,
mira que te lleno
la cara de barro.

Del olivo
me retiro,
del esparto
yo me aparto,
del sarmiento
me arrepiento
de haberte querido tanto.

Federico García Lorca
Revista Anteojito N°1550, pp.3
22 noviembre 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1550/page/n2/mode/1up

¿Es bueno estar en Babia?

Cuando alguien está ajeno a lo que sucede a su alrededor es corriente decir: “Está en Babia”. ¿Dónde queda Babia? En la provincia de León, en España, existe realmente una comarca llamada Babia. Es un lugar apacible de suaves colinas y rumorosos arroyos. Hace mucho tiempo cuando algún rey deseaba alejarse del ajetreado mundo de la corte, se dirigía a Babia. Si alguien preguntaba por el monarca, sus servidores contestaban: está en Babia. Poco a poco esta expresión se hizo popular y trascendió las fronteras de su tierra original, pasando a enriquecer nuestro idioma.

Revista Anteojito N°1521, pp.4
3 mayo 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1521/page/n3/mode/1up

viernes, 19 de enero de 2024

¿Qué origen tiene la frase "no sabe ni jota"?

La letra jota era y es la "iod" hebrea, caldea y siríaca, y es la más pequeña y simple de esos idiomas. Además, en hebreo es el primer trazo de toda letra, Por lo tanto, decir de una persona que "no sabe jota" o que "no sabe ni jota" equivale a decir que no conoce la más pequeña letra, el trazo más simple y, por extensión, que es un ignorante.

Revista Anteojito N°197, pp.42
29 agosto 1968
https://ahira.com.ar/ejemplares/anteojito-no-197/

miércoles, 17 de enero de 2024

Caperucita Roja

Lleva en su cesta Caperucita,
tortas y dulces para abuelita,
y cuando alegre el bosque cruza
brilla su roja caperuza.

Los pajaritos y las flores
le dan su canto y sus colores...
¡Y si lo cambio un poco al cuento
hasta el lobo está contento!

Germán Berdiales
Revista Anteojito N°1558, pp.2
17 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1558/page/n1/mode/2up

miércoles, 10 de enero de 2024

Brioché La vida de un titiritero


Brioché era el nombre popular con el que se lo conoció en cada aldea francesa, pero su verdadero nombre era Pierre Datelin. Había nacido en Francia en los últimos timos años del siglo XVI, y parece que se dedicó des de joven a su oficio y, por lo tanto, a la vida errante que éste implicaba. A diferencia de las compañías teatrales, Brioché no necesitaba más que de algún ayudante para manejar su espectáculo. Por eso se movía muy libremente por la nación, permaneciendo en cada pueblo lo que su voluntad le dictara. Aunque a su ayudante debemos agregar un mono -mascota y amigo de Brioché- que los acompañaba en sus tours por la campiña.
Hace muchos, muchos años, en tiempos en que la diversión de los niños se limitaba a correr calles callejeras, rondas, brincos y caballitos de madera, nada debía producir mayor alegría y revolución en ciudades y aldeas como la aparición del titiritero. Armado de un viejo baúl como todo bagaje, baúl repleto de magia, no bien llegaba era rodeada por una cantidad de niños que saltaban a su alrededor esperando ansiosos que armara su retablo. Y no eran niños solamente; a decir verdad eran los adultos quienes reían con más ganas duran tres sus funciones. En Francia, pocos titiriteros podían competir con el gran maestro: Brioché.
Brioché y su mono: no sólo eran amigos sino casi socios. Porque el mono, según se cuenta, era un gran imitador y sus payasadas, con que alternaban el acto de títeres, eran muy festejadas. Se dice que hacía una graciosa imitación del poeta Cyrano de Bergerac (1619-1655), quien se enfurecía al verla y a raíz de la cual termino por ultimar al pobre animal.
Pero Brioché y sus títeres de madera fueron ganan hacer prestigio rápidamente. Su gracia en
el manejo era tal que llegó a suponérselo un mago, capaz de darle vida a aquellas figurillas. Así, acusado de brujería, el pobre Brioché fue encerrado en la cárcel sin la menor piedad.

No tardó, sin embargo, en recobrar su libertad, ya que las acusaciones eran ridículas. Y entonces su arte llego a punto tal que el mismísimo rey de Francia, Luis XIV, pedí verlo. Brioché actuó con sus muñecos frente a su majestad, quien protegía al cómico Moliére, y ganó desde entonces su favor y el de toda la corte. Así fue premiado el viejo titiritero por su gran talento y por ser quien introdujo el títere en Francia y de aquí al resto del mundo, ya que esta diversión era italiana. Murió pacíficamente en 1671, pero ya para entonces tenía algunos discípulos que continuaban su obra, entre ellos su hijo Francisco Datelin (1620-1681). ¡Cuántos de nuestros antepasados ​​habrán debido sonrisas a los Brioche!


Revista Anteojito N°1557, pp.31-32
10 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1557/page/n31/mode/1up

La Naranja y el Limón

Iban juntos de la mano
la naranja y el limón.
Se bajaron de la planta
y cruzaron el portón.

Recorrieron todo el pueblo
entonando una canción,
y volvieron muy cansados
la naranja y el limón.

Horacio Guillén.
Revista Anteojito N°1557, pp.3
10 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1557/page/n2/mode/1up 

martes, 9 de enero de 2024

El colibrí

¡El príncipe del jardín!
Por ti se visten las rosas
con su traje carmesí.
¡Colibrí!
A todas besas y a todas
prometes tu corazón,
Rondaflor.
¡Pero ellas saben que no
te casarás, picaflor!

Fernando Luján
Revista Anteojito N°1609, pp.3
9 enero 1996
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1609/page/n2/mode/1up

miércoles, 3 de enero de 2024

¿Qué es "Kalila y Dimna"?

Nada más y nada menos que una de las obras literarias de mayor influencia en las antiguas letras castellanas. Esta obra fue escrita en la India en fecha bastante anterior al siglo VIII, en que un califa árabe la introdujera en España. Allí se difundió y encantó a sus poetas y hombres de letras y aun al resto de Europa. La causa no es tan extraña: "Kalila y Dimna" es una curiosa y fascinante colección de fábulas, cuentos y leyendas indicas de tanta fantasía como "Las mil y una noches". Según los eruditos, no existe otro libro de tan directa influencia en las literaturas neolatinas.

Revista Anteojito N°1556, pp.23
3 enero 1995
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1556/page/n23/mode/1up

martes, 2 de enero de 2024

Soy el gorrión

Estoy en todas partes: en el campo y en la ciudad; en los jardines, las plazas y las calles; en lo alto de los árboles y a ras del suelo. En invierno y en verano. Soy el más conocido de todos los pájaros. Soy el gorrión.


A TRAVÉS DEL OCÉANO
Mi figura es tan familiar que no necesito presentación, ¡Hace rato que somos amigos! Aunque no lo creas, yo soy un pájaro "importado". Los gorriones somos originarios de Europa. Allá por el año 1870, mis antepasados fueron traídos a la Argentina y se sintieron tan a gusto que se quedaron aquí. Los gorriones tenemos fama de pícaros porque aprovechamos el alimento de otros animalitos y, a veces, también nos adueñamos de nidos ajenos. En fin... Somos muy sociables y alegramos a los humanos con nuestra presencia y nuestro piar.
UN MENÚ VARIADO
Nos gusta andar en bandadas con gorriones amigos, pero volamos poco. Aunque somos muy resistentes al vuelo preferimos "pisar tierra". ¿Sabés por qué? Porque en ella encontramos un montón de cosas ricas: semillas, granos, frutas caídas, gusanos, alguna que otra plantita bien tierna, y también los sobrantes de alguna mesa bien puesta: migas, trocitos de carne... Nuestro pico fuerte y de forma cónica es típico de las aves granivoras, las que se alimentan de granos. Pero nosotros comemos de todo, por eso somos omnívoros.

NUESTRO RETRATO
Muchas aves emigran cuando llega el frío. Nosotros no. Poseemos un sistema de termorregulación mediante el cual nuestro cuerpo se adapta a las diferencias de temperatura. Hablando de otros temas, ¿te fijaste en nuestro plumaje? Todos somos de color pardo grisáceo, pero los machos tenemos una especie de corbata en un tono más oscuro. En cuanto a nuestras medidas son más o menos las mismas: alrededor de 12 a 14 cm de largo y un peso aproximado de 100 a 130 gramos.
VIDA DE HOGAR
Alguna vez habrás visto gorriones con una lana o un hilo en el pico. No creas que hacemos labores de aguja. Esos elementos los utilizamos junto con pajitas y plumas para construir nuestros nidos. Elegimos lugares altos en árboles, muros, viejos palomares, que sirvan de protección a los futuros pichones. Ahora mi compañera está incubando cuatro huevos de color verde claro, llenos de motitas. Estamos deseando que nazcan nuestros hijos para cuidarlos y enseñarles todo lo que sabemos. Bueno, me voy volando bajito. ¡Adiós!

Revista Anteojito N°1608, pp.24-25
2 enero 1996
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1608/page/n23/mode/1up

Shunko

Cuando el maestro llegó a mi rancho para llevarme a la escuela, me asusté tanto que quise salir corriendo.
Era un hombre alto y vestía como la gente de la ciudad. Sabía hablar muy bien y la quería convencer a mi mamá de que me mandara a la escuela.
Yo nunca había agarrado un lápiz y ni sabía dónde estaba parado. Todo lo que conocía era mi casa, un poco el pueblo, y las ovejas que cuidaba todos los días.

El maestro empezó a enseñarme despacito y con paciencia. Antes que escribir, tuve que aprender a hablar en castellano, porque el idioma que yo manejaba era el quechua.
Casi enseguida aprendí las letras, luego los números y de pronto me di cuenta de que podía escribir un montón de cosas. El mundo se me abrió de golpe y todo empezó a parecerme más interesante. La escuela, un rancho pobre, se fue poniendo linda con nuestro trabajo. Las plantas del patio comenzaron a crecer y el aula se puso más calentita y acogedora.
El maestro siempre tenía la palabra justa cuando había que poner orden. Alguna vez me habré enojado con él, pero después de un tiempo me daba cuenta de mi error. Lo que él me brindó en aquellos días a mí y los cuarenta salvajes de la escuela no se nos olvidará jamás.

Revista Anteojito N°1714, pp.27
2 enero 1998
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1714/page/n27/mode/1up