lunes, 21 de abril de 2025

El sapo: ¿animal milagroso?

El sapo, ese simpático habitante de los charcos y las lagunas, tiene su fama. Y según la gente de campo es fama muy bien ganada, porque posee virtudes sorprendentes. ¿Querés conocerlas? Te contamos.

¡Guerra a los insectos!
En las provincias de Buenos Aires y La Pampa, antes de ocupar una vivienda, sus dueños utilizan un curioso "insecticida". No es en aerosol, ni en polvo, ni es una paleta matamoscas: son simplemente... sapos que, dentro del rancho, durante varios días se dan un "atracón" y dejan todo limpito.

¡Buena suerte!
También estos batracios son arrojados a los surcos que deja el arado. Lo limpian de insectos y además traen buena suerte al sembrador. ¿Que no hay dentista en el pueblo? No importa. Si alguien sufre de dolor de muelas, ¡nada de torno ni de pinzas! Toma un sapo y apoya su pancita sobre la cara. Santo remedio. El dolor se va como por arte de magia.

Una extraña danza
Si algún caballo está "embichado", es decir, que tiene gusanos, nadie se alarma. Eso sí, hay que conseguir un sapo. Lo atan al pescuezo del equino. El sapo, molesto, se mueve como si bailara una extraña danza. Ante su presencia, los gusanos se mueren y uno a uno van cayendo al suelo. El caballo queda perfectamente curado y puede ya iniciar un alegre trotecito.

Entre la realidad y la fantasía
La lista de virtudes del anfibio continúa: si un sapo con su baba forma un círculo alrededor de una víbora, ésta se desespera y se "suicida". Se dice que "donde hay sapos no hay víboras". Y si alguien arroja un sapito a un pozo de agua siempre tendrá el vital elemento. ¿Será cierto todo esto?


Anfibio o batracio: clase de animales que pueden vivir indistintamente en el agua y en la tierra, como los sapos, las ranas, etc. 
Equino: caballo.

Revista Anteojito N°1467, p06
21 de abril 1993

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