lunes, 6 de enero de 2014

Amarok

Amarok o Amaroq, es el nombre de un lobo gigantesco proveniente de la mitología inuit que caza y devora a cualquier cazador lo suficientemente estúpido como para cazar de noche. A pesar de que los lobos cazan en manada, Amarok siempre caza solo.
Según cuenta una leyenda, en el origen del mundo tan sólo había un hombre (Hombre) y una mujer (Mujer), y no había animales. La Mujer pidió a Kaila, dios del cielo, que poblara la Tierra. Entonces, Kaila le ordenó hacer un agujero en el hielo para pescar, y la Mujer fue sacando del agujero, uno a uno, todos los animales, hasta sacar el último: el caribú. El caribú era el mejor regalo que Kaila podía hacer al Hombre y la Mujer, porque alimentaría a su pueblo. Así, el caribú se multiplicó y los hijos del Hombre y la Mujer pudieron cazarlos, comiendo su carne, y tejiendo sus vestidos y confeccionando sus tiendas con sus huesos y pieles. Sin embargo, los humanos siempre elegían los caribús más bellos, más grandes y más fuertes, y de este modo, poco a poco, los caribús más sanos fueron desapareciendo, hasta que, un día, sólo quedaron los animales débiles y enfermos, por lo que los inuits no quisieron cazar más y empezaron a pasar hambre. La mujer se quejó entonces a Kaila, y el dios la volvió a enviar al hielo para que pescara, enviado por Amarok, el espíritu del lobo, que se encargaría de comerse a los caribús débiles y enfermos, de manera que sólo sobrevivieran los caribús con buena salud. 


Una versión similar dice que, viendo que los inuit empezaban a pasar hambre, Kaila habló con Amarok, el espíritu de los lobos, que vivía cerca de él en el cielo, y le pidió que enviase a los lobos a la tierra para que éstos se comieran los caribús débiles y enfermos. Desde lo alto de una colina, los hombres observaban los lobos, y vieron que después de reunirse en el bosque, la manada de lobos se dirigió sin ruido hacia los caribús que rumiaban tranquilamente. Al ver los lobos, los caribús se agruparon, formando un círculo protector alrededor de los animales débiles y jóvenes, pero los lobos se lanzaron para romper el círculo formado por los caribús, alejando a los más fuertes, para cazar y devorar a los más débiles. Desde aquel día, el espíritu de Amarok reina en el Gran Norte.
Los inuit dejan cazar tranquilos a los lobos, porque saben que el caribú nutre al lobo, pero el lobo mantiene la buena salud de los caribús.

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