Todorov sintetiza los preceptos de S.S. van Dine
- A lo más la novela debe tener un detective y un culpable, y por lo menos debe contarse con una víctima.
- El culpable no debe ser un delincuente profesional; tampoco debe ser el detective: ha de matar por razones personales.
- El amor se halla excluido de la novela detectivesca.
- El culpable debe poseer cierta importancia: en la vida, no debe ser un valet o una mucama; en el libro, debe ser uno de los personajes principales.
- Los sucesos deben explicarse de manera racional: lo fantástico queda excluido.
- Tampoco hay lugar para descripciones o para análisis psicológicos.
- En cuanto a la información sobre la historia, la novela detectivesca debe observar la siguiente homología: el autor es al lector lo que el culpable es el detective.
- Se han de evitar las situaciones y soluciones triviales.
Ronald Knox enuncia su “decálogos”
I.El criminal debe ser mencionado tempranamente en el relato.
II.Las soluciones sobrenaturales están excluidas.
III.Solo se admiten un cuarto o pasillo secreto.
IV.No está permitido el uso de venenos desconocidos.
V.Ningún chino debe aparecer en la anécdota.
VI.El detective no debe ser favorecido por accidentes afortunados o intuiciones.
VII.El detective no debe ser el autor del crimen.
VIII.Ni debe ocultar al lector las claves.
IX.No se debe ocultar los pensamientos del respectivo “Watson” de la novela.
X.Se debe hacer una advertencia muy especial con respecto al empleo de hermanos mellizos o sosías.
Revista Crisis (julio 1974/Año 2/Núm. 15) Diagnostico de la novela policial. p. 34
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