Su nombre es de origen latino. Clavel deriva de clavellus. Su cáliz es tubular y la corola se ensancha ampliamente dando a la flor apariencia de clavo. De ahí su nombre. Puede crecer espontáneamente o ser cultivado.
El clavel silvestre es muy simple: apenas tiene cinco pétalos. Pero adecuados cultivos pueden aumentar su número considerablemente. El color es variado rosado, rojo, anaranjado amarillo, blanco y también puede tener delicadas vetas.
Es una planta que se cultiva con fines ornamentales por la belleza de sus flores y por su perfume suave y exquisito. En África, los musulmanes amantes de las fragancias empleaban el aroma del clavel para perfumar sus licores.
En el simbolismo de las flores, al clavel le corresponde el de los celos. Los nobles franceses, en tiempos de la Revolución Francesa lo unían al ideal del sacrificio. Y Napoleón lo incorporó como adorno a la cinta de la Legión de Honor.
Revista Anteojito N°1614, pp.10
13 febrero 1996
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1614/page/n9/mode/1up
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