viernes, 18 de octubre de 2024

Tiempo al Tiempo

¿Qué hora es?, repetimos muchas veces en el día. Pero aunque miramos pronto el reloj pocos sabemos su historia. Ahora, con tiempo y sin prisa, te la contamos...

VIEJECITO COMO EL TIEMPO
Nadie sabe exactamente cuándo se construyó el primer reloj pero todos los historiadores coinciden en señalar el de sol como el primero. Los chinos, 2.500 años antes de Cristo, inventaron los gnomoms. ¡Cuidado! No eran relojes duendes, sino torres elevadas que proyectaban su sombra sobre un circulo graduado. Los babilonios (800 a.C.) y los caldeos (600 a. C.) fueron perfeccionando el primitivo reloj de sol pero sin alterar su esencia. En la plaza de San Pedro (Roma) se conserva un obelisco egipcio que gracias al sol te permite saber la hora.
OTRA VEZ LOS CHINOS
Pero los relojes de sol (junto con los de agua y los de arena) no resultaban muy cómodos para que las personas supieran la hora. Entonces, según se cree, un bonzo chino llamado Matán construyó un reloj mecánico cuya cuerda duraba ¡un año!
El primer reloj europeo lo construyó el monje Gerberto en el año 947. Después comenzaron a aparecer los relojes de torre. El primero se instaló en el palacio del Louvre (Francia) en 1328. Pero el más famoso es el de la catedral de Estrasburgo que funcionó desde el año 1532 hasta el 1798 ¡Sin parar!

PARA EL BOLSILLO DEL CABALLERO
Pero, claro, un reloj de campanario no es muy cómodo para llevar en el bolsillo. Estos comenzaron a fabricarse en el siglo XV. Pero en sus comienzos eran muy imprecisos ya que adelantaban o atrasaban una hora diaria. Poco a poco se fueron perfeccionando. Comenzaron a fabricarse modelos para usar en las paredes y sobre los armarios de las casas. Los franceses eran los mejores relojeros del mundo. En 1850 las fábricas de relojes Besançon tenían 6.000 empleados. Pero en 1870. los alemanes también comenzaron a fabricar relojes.
AHORA
La industria relojera se fue perfeccionando y los costos de producción se abarataron. En este siglo los relojes de cuarzo y atómicos ocuparon el lugar de los de cuerda. Alemanes, suizos y japoneses son -además de pueblos puntuales- grandes constructores de relojes. Sin embargo, el oficio de relojero fue desapareciendo. A nuestros abuelos les regalaban un reloj cuando cumplían 18 años y a nosotros antes de aprender los números. Ahora existen los relojes descartables. Todo es cuestión de tiempo...

Revista Anteojito N°1545, pp.3-4
18 octubre 1994
https://archive.org/details/RevistaAnteojito1545/page/n3/mode/1up

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