sábado, 16 de agosto de 2025

Guías con cuatro patas: los señuelos


No es tarea fácil reunir la hacienda para encerrarla en el corral o en el potrero. Los encargados de conducir al ganado recurren a una "artimaña" que facilita su trabajo ¿qué hace el hombre de campo para que sus animales lo sigan tan mansamente? Te contamos.

Un duro aprendizaje
Se eligen novillitos de alrededor de un año y medio, en número impar. Ellos serán los "señuelos". Con gritos tales como ¡Fuera! ¡Guay! se los obliga a salir del corral. Se los aparta de los otros animales. No se los trata con amabilidad. Se utilizan lonjas (trozos de cuero) para convencerlos.










Una "madrina" muy especial
Primero es necesario contar con una "madrina". Se trata de una vaca dócil provista de un cencerro o campanita con la que llama a los suyos. Porque vamos a hablarte de un arreo de novillos, los hijos de las vacas, los toritos jóvenes. Están en edad de aprender y éste es el adiestramiento.

Buenos conductores
El aprendizaje dura meses. Cuando ya los novillitos entienden las voces, se suprime la lonja. Ya están en condiciones de acompañar a la vaca madrina como "conductores" de ganado. Porque sus semejantes los siguen dócilmente. Así pueden entrar en los corrales o salir de ellos gran cantidad de animales.

¿Mala conducta?
Así, utilizando estos señuelos, el hombre de campo hace su tarea más simplemente y con mayor rapidez. Este método el de los señuelos también se utiliza cuando se trata de lograr que un animal chúcaro (arisco) "entienda razones", es decir, obedezca las órdenes como todos los demás.

Revista Anteojito N°1536, p.15
16 de agosto 1994

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