¡Qué lindo sería poseer la llave de la felicidad! ¿No? Por ahora vamos a conformarnos con las llaves que abren puertas, de la calle, del auto, de los muebles, un viejo baúl, un coqueto cofre o un pequeño candado.
Parece que los primeros en fabricar llaves fueron los egipcios. El material que empleaban era la madera. Luego los romanos llevaron el invento a Europa y las hicieron de bronce y de hierro. ¡Qué pesadas serían!
Los personajes importantes se daban el lujo de poseer llaves de oro y plata, delicadamente labradas, con escudos, coronas, inscripciones. Algunas eran tan hermosas que se encuentran en museos y colecciones particulares.
Las llaves constan de tres partes: el ojo, por donde se sostiene; el vástago o tija, que es la
parte alargada, y el paletón, que es donde están los dientes. Todas son diferentes, adecuadas a cada cerradura.
parte alargada, y el paletón, que es donde están los dientes. Todas son diferentes, adecuadas a cada cerradura.
Las llaves antiguas eran enormes. Las actuales. son pequeñas y livianas. Llave maestra es la que abre todas las puertas de una vivienda. Y "guardar algo bajo siete llaves” quiere decir guardarlo muy bien.
Revista Anteojito N°1485, p.33
25 de agosto 1993
https://archive.org/details/23a_20230102_20230102_2356/33.jpg
No hay comentarios.:
Publicar un comentario