lunes, 25 de agosto de 2025

Para vestir a ud... y algo más

Chacarero, muestra
tu poema a Dios,
bandera de flores
el linar en flor,
bandera argentina
lino y algodón.




Estos hermosos versos de José Pedroni nos hablan del lino y del algodón, las dos plantas textiles que se "ofrecen" para vestirnos. ¿Vamos a conocerlas?

BLANCO COMO LA NIEVE
Soy la planta de algodón o algodonero. Suelo vivir en el Chaco, donde el sol calienta con fuerza. Soy pequeña; no mido más de un metro de alto. Y cuando mis frutos maduran se abren, dejando ver capullos blancos como la nieve. Esos capullos me adornan por poco tiempo, porque sus fibras son aprovechadas para hacer telas. Las separan de las semillas a las que están unidas y realizan un servicio completo: lavado, peinado, estirado. Las fibras pasan por complicadas máquinas que las convierten en telas.




LA HIJA DEL SOL
Civilizaciones muy antiguas conocieron la planta de algodón y su importancia en la confección de telas, entre ellas nuestros pueblos de América. La llamaron la Hija del Sol, porque necesita calor para desarrollarse bien. Con el algodón se fabrican telas muy variadas como: el piqué, que es labrado; el organdi, que es muy suave; la cretona, de textura gruesa, apta para tapizados; el tejido esponja para hacer toallas; y también el delicado terciopelo.








CELESTE COMO EL CIELO
Yo soy la planta de lino. También soy bajita; mido apenas 80 centímetros. Y cuando llega la primavera estallo en multitud de florecitas celestes que semejan un cielo en la tierra. Con mi tallo, convertido en fibras, se preparan hermosas telas para hacer manteles, sábanas, vestidos. Estas telas también se conocen con el nombre de hilo. No soy tan importante como el algodón, pero en la provincia de Buenos Aires y en Entre Ríos hay plantaciones de lino a las que se llaman linares.

ALGO MÁS
Nosotros: cáñamo y yute, no ves-timos a la gente, pero les "prestamos" las fibras de nuestros tallos para que con ellas fabriquen cuerdas, felpudos, alfombras y bolsas. En el Delta del Paraná crece formio. Fue traído desde la lejana Nueva Zelanda (Oceania). Necesita clima suave y muy húmedo. De sus hojas que son grandotas se obtienen fibras muy largas, parecidas al hilo sisal. Desde hace muchos años las plantas textiles tenemos competidoras artificiales: son las fibras sintéticas: nailon, poliéster.

Revista Anteojito N°1485, pp. 04-05
25 de agosto 1993

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