La mejor planta del jardín querido,
Que no tejan en ella las arañas
Ni se amparen en ella los vampiros.
Si miras deslizarse contra el muro
Como sombra de crimen, una sombra,
Piensa que la calumnia anda en tu acecho
Y cierra tu ventana hasta la aurora.
Si en tus umbrales gimen y suplican
Pordioseros sin fin el pan y el agua,
Sacia el hambre y la sed de esos mendigos
Sin exigirles que te den las gracias.
No te empeñes en ser ante las gentes
Más austero, más santo, más virtuoso;
Se como debes ser, sin preocuparte
De si eres más o menos que los otros.
Cuando sientas dolor vive en ti mismo;
Vive en ti mismo cuando sientas odio;
Si sientes soledad cierra tus puertas,
Nunca estarás mejor que estando sólo.
No pienses en morir de cierto modo,
Resígnate a morir tal como puedas;
Trata de no dejar después de muerto
Oro y perfidias en fatal herencia.
¡Ama sin tregua, con pasión, sin freno!
¡Ríe si hay que reír, la risa es grata!
Y vive sin saber que a todas horas
La muerte ronda tu florida estancia.
Mario Bravo
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