sábado, 18 de octubre de 2025

La misteriosa y perdida: Ciudad de los césares

En aquellos tiempos remotos en que el limite entre la civilización y la barbarie era apenas el rio Salado, en la provincia de Buenos Aires, surge la leyenda de una magnífica ciudad ubicada en medio de la salvaje Patagonia.

Estrecho de Magallanes, 1540. Han pasado veinte años tan sólo desde que Fernando de Magallanes descubriera el paso o estrecho que comunicaba a los océanos Atlántico y Pacífico y que inmortalizara su nombre. El hallazgo no podía ser mejor: aquella ruta de comunicación apenas soñada abría todo un nuevo panorama para la economía y la política españolas. Ahora, Alfonso de Camargo, otro marino español, se disponía a explorar a conciencia el gran descubrimiento. Su expedición constaba de tres embarcaciones que había costeado el obispo de Plasencia y que partieron de la ciudad de Sevilla (España) en agosto de 1539.



Pero el estrecho- era sabido- no era fácil de pasar. En efecto, al llegar a él, los vientos terribles parecían querer elevar por el cielo a las naves. En la confusión y el pánico se perdió de vista a una de las naves, y Camargo terminó de pasar el estrecho con las otras dos, siendo el primero en hacerlo después de Magallanes. Pero dejemos ahora al heroico Camargo y sigamos a la nave perdida. Según cuentan las crónicas antiguas, la embarcación naufragó cerca de la costa. Sus tripulantes a pesar de todo salvaron sus vidas al ganar la playa, pero lo extraño es que jamás se supo sobre ellos. Indudablemente habían desaparecido.


La insólita desaparición de toda una tripulación fue explicada casi enseguida por los más supersticiosos: "Están atrapados en la Ciudad de los Césares", se dijo. Esta ciudad legendaria, de la cual, al igual que de la del Dorado mucho habían hablado los conquistadores, existía en las salvajes y desiertas tierras patagónicas. Para ser más precisos, se la ubicaba en la región de nuestro lago Nahuel Huapi. Según se decía, sus habitantes poseían una cultura grandemente desarrollada e incalculables tesoros. Lo cierto es que de los muchas cronistas que hablaron de ella (Lozano, Villagrán, Pérez Orcondo, Falkner, etc.), ninguno la vio.




Las primeras noticias acerca de la legendaria ciudad, sin embargo, datan de no antes de 1528. Por aquella época un capitán al servicio de Sebastián Caboto, de nombre Francisco César, se adentró por el rio Paraná para reconocer el territorio. Cuando volvió, con su media docena de hombres, contó acerca de la existencia de una tierra llena de riquezas. El relato de César y sus compañeros impresionó a los españoles, y así se explican las primeras alusiones a la tierra de los Césares. Sin embargo, esto ubicaría a la pretendida ciudad bastante lejos del Nahuel Huapi. Hoy, la ciudad y la leyenda duermen tranquilas sin develar su misterio.

Revista Anteojito N°1545, pp. 36-37
18 de octubre de 1994

No hay comentarios.:

Publicar un comentario