C. F. Feiling (en Ansolabehere:2019,12) sostiene que “un relato pertenece al género de terror si pretende, entre otras cosas, producir miedo en el lector mediante la intervención decisiva en su trama de elementos sobrenaturales, por lo común presentados como hostiles o dañinos para los seres humanos”.
La literatura de terror se caracteriza principalmente por producir miedo o temor en el lector a través de la manera particular de narrar los relatos, el autor utiliza personajes espeluznantes o aterradores como muertos, fantasmas alucinaciones, vampiros, brujas entre otros (Ramos:2017), a la vez que esgrime una variedad de recursos fuerzas oscuras esperando su oportunidad para invadir el mundo, la metamorfosis, el mal asociado con lo demoníaco, el sueño como creador de seres pesadillescos que cobran cuerpo en la vida real (Ansolabehere:2019), utilizan también inseguridades y creencias supersticiosas (Ramos:2017)
Y si bien, el comienzo de la literatura de terror, es decir el incremento de los relatos que presentan las características antes mencionada, sucedió hace unos doscientos años (se considera universalmente que el primer registro de un texto de terror es de finales del siglo XVIII) aun no se han escrito alguna teoría sobre este género literario. Celso Lunghi (2015) realiza una comparación con el género policial:
Si vas a buscar teoría acerca del policial te encontrás con seis bibliotecas, si vas a buscar teoría acerca del terror no hay, es como un género de divertimento y tiene sus propias reglas y sus propias pautas; es casi uno de los géneros más pautados que existen. (…) Stephen King con su libro Danza Macabra, (…) caracteriza al género y tiene una frase central que es “el escritor de terror es un garante de la norma”. Es un género muy conserva: que te marca límites, llegá hasta acá. Los cuentos infantiles originales son cuentos de terror que buscaban frenar la acción de los niños, asustarlos para evitar ciertas conductas.
La aterradora adolescencia
Esta falta de teoría no preocupa a los adolescentes. Ellos no están pensando en si algo tiene sustento teórico o no, lo que buscan es poder superar la realidad, algo que incentive su imaginación.
Las historias de terror son de los más buscados en la secundaria, sobre todo en los primeros años, por experiencia se que los alumnos se entusiasman con este tipo de historias, pero es más su recepción sin son relatos basados en leyendas urbanas o mitos típicos de la región. La pregunta sería entonces ¿Por qué el terror atrae tanto? Claudia Martínez (2016) responde “Será para superar lo que sucede en la realidad y que luego no nos asombremos” y Alicia Soria (2018): “Les permite explorar y comprender sus propias reacciones de miedo en un entorno que pueden controlar a su ritmo”. En tanto Elsa M. Ramírez Leyva (2006) sustenta que los adolescentes establecen una relación entre los libros y los filmes: el género de libros que los jóvenes dicen disfrutar más, coincide con el tipo de películas que eligen para ver en cine o en televisión: en ambos casos, prefieren el terror y la ciencia ficción, en decir, los chicos eligen libros cuyas historias han visto antes en cine o en televisión. Con esto podemos decir que los estudiantes de secundaria reconocen muchos de los elementos presentes en la literatura de terror, fantasmas, puertas chirriantes, castillo, gritos y aullidos, asesinatos, persisten en la construcción del ambiente de horror que por las películas o programas de televisión que ven.
Aunque esto nos permite darnos una idea del gusto al género por parte de los adolescentes, aun nos deja a sabor a nada. Y es que todo lo relacionando con adolescentes y literatura de terror está basados en observación sin mucho (o nulo) sustento académico o teórico, demostrando algo de suma importancia: no se tiene registro, algún trabajo académico o investigativo, donde de cuenta del porque la literatura de terror atrae tanto a los adolescentes y jóvenes, solo se puede experimentar uno mismo en las clases y maratones de lectura, a través del contacto con los mismos en situaciones de lectura libre.
Lengua y Literatura: terror y problemas
Bien, lo dicho anteriormente significa que ¿El género de terror es un problema para el docente de Lengua y Literatura?
En primer término debemos decir que, en Corrientes, tenemos un apoyo, el del Diseño Curricular Jurisdiccional Ciclo Básico de la Secundaria Orientada Lengua, que sostiene:
- Efectuar recorridos de lectura a partir de la conformación de corpus de textos literarios agrupados por tópicos, técnicas narrativas utilizadas, géneros, etc.
- Tipos textuales sugeridos: mitos, leyendas, fábulas, cuento tradicional, microrrelatos, cuento maravilloso, cuento fantástico, cuento de ciencia ficción, cuento de terror, novela de aventuras, coplas populares, romances, poemas tradicionales, teatro breve.
En segundo término, el gusto del alumnado por las historias de terror.
Y por último, en el caso de literatura, el género siempre tuvo un lugar mínimo o lateral en la historia de la literatura argentina, aunque en los últimos ha comenzado a ocupar un lugar preeminente en la literatura argentina. (Ansolabehere:2019)
Entonces la posible respuesta a la pregunta sería: existe una disyuntiva entre la falta de teoría, aunque si hay reconocimiento por parte de los diseños curriculares, sobre el género dificulta la tarea docente, y ese gusto adolescente por el miedo facilita la misma. No lo creo.
Para lograr responder, en primer lugar debemos saber con qué elementos contamos: para empezar el apoyo del Diseño Curricular de la Provincia, la iniciativa de los alumnos de secundaria por leer textos de terror, y la gran variedad de textos al alcance. Y sobre todo, un conjunto abrumador de datos que prueba el lugar preeminente que el terror ocupa en el campo literario argentino actual. (Ansolabehere, 2019)
El terror en la literatura argentina: desde el inicio hasta el fin del s. XX
El terror está prácticamente en el origen de la literatura argentina, como uno de sus elementos constitutivos, ejemplo de esto es que en varios de los textos “fundacionales” el terror es vinculado directamente con ciertas prácticas políticas, eje alrededor del cual se organiza la escritura. Ese interés por el “terror de la barbarie” se manifiesta también a partir de un tratamiento literario, donde se la esencia y el funcionamiento del terror. Un ejemplo es Facundo (1845) de Sarmiento, un texto casi poco visto en la escuela secundaria, pero donde trata de explicar el modus operandi que define al gobierno de Rosas, donde denomina la barbarie, y que a partir del terror como metodología predilecta del despotismo bárbaro.
En los años y las décadas que siguen pueden encontrarse en la obra de varios autores argentinos, aunque ninguno de ellos trabaja con el terror de manera sistemática, relatos notables, cuentos que merecen ser considerados obras de terror, como los de Quiroga o Lugones. Son cuentos del primero los que abundan, entre los textos de terror como tal, en los manuales y libros de lengua y literatura de secundaria, un texto canónico es Cuentos de amor de locura y de muerte.
A partir de la segunda mitad del s. XX nos encontramos cuentos de J. Cortázar, Bernardo Kordon, Abelardo Castillo. Pero habrá que esperar, al período post-dictatorial para encontrar en algunos escritores de primera línea, con un intento más sistemático de trabajar con el género, entre ellos Alberto Laiseca y C. E. Feiling, del último obtuvimos un concepto de relato de terror.
Terror en Argentina: fin del s. XX, los primeros años del s. XXI
Hoy en día existe una diversidad regional de escritores cuya obra se vincula con el género, lo que permite una riqueza mayor en cuanto a escenarios, como ocurre con el monte chaqueño o los esteros del Iberá en La casa junto al tragadero, de Mariano Quiroz, con la selva misionera en algunos relatos de Acheli Panza; o de aquello que interrumpe en la realidad para atemorizar, el uso de seres propios de la mitología o folclor del lugar donde nació o crio el autor; datos biográfico que en la mayoría de los casos se transforma en un elemento destacado de los textos. Lo que permite llevar al aula la voz de la región, para que los alumnos, como nos pide el NAP del Ciclo Básico, valoren la diversidad lingüística como una de las expresiones de la riqueza cultural de la región y del país; y que se formen como lectores críticos y autónomos que regulen y generen, un itinerario personal de lectura de textos literarios completos de tradición oral y de autores regionales.
Los autores moderno tienen un modo disímil en la forma en que trabajan con el terror, para S. Gasparini (2018) el terror en la narrativa actual argentina ha reorientados a personajes propios del terror literario y cinematográfico hacia lecturas políticas, ya sea del pasado nacional vinculado al terrorismo de Estado o bien en clave biopolítica; esto resulto en una nueva forma de narrar, donde lo ominoso irrumpe con la recuperación de viejos temas de la narrativa de terror (ocultismo, satanismo, presencia de lo monstruoso sobrenatural, leyendas populares) en un marco narrativo complejo, pleno de autorreferencialidad y de guiños paródicos que conviven con ese efecto de horror que parece incompatible con la razón, como Mariana Enríquez.
En fin, no es un problema el género de terror, al contrario es una respuesta valiosa para la educación, y no solo en lo que refiere a Lengua, sino también a otras materias, como Historia o Formación Ética, ya que permite, a través de sus relatos, rescatar cuadros históricos de la nación y confrontar situaciones en donde se juegan valores; un ejemplo seria la lectura de “Cuando hablábamos con los muertos” de Enriquez: aquí un grupo de amigas trata de contactarse con un “desaparecido” de la última dictadura cívico-militar, que termina poniendo a prueba la relación y amistad de las chicas.
Conclusión
Los textos que pertenecen al género de terror son aquello donde una fuerza extraña o un mal psicológico perturba, irrumpe desde del exterior o bien, si es un agente interno que domina al humano, cometiendo actos terribles. En la literatura nacional, el terror es un elemento fundacional, que predomina hasta el día de hoy, casi siempre unido íntimamente con lo político.
Los textos pertenecientes al género de terror son favorecedores, los estudiantes se prestan más a leerlos que textos pertenecientes a otros géneros; además muchos pueden ser utilizados como punto de partida para hablar sobre algún periodo concreto de la historia Argentina, como El Matadero para conversar sobre el periodo de gobierno de Rosas, Unitarios y Federales.
Pero lo es también para reconocer la riqueza de historias sobrenaturales de cada región. En Corrientes las historias sobre fantasmas, encantos, entierros, criaturas sobrenaturales, aparecen por todos los rincones; los correntinos somos criados con el Pomberito, el Hombre del Saco, el Silbador, la Luz Mala, que es tal vez la explicación más clara del por qué el adolescente correntino gusta de la literatura de terror.
En conclusión, el terror es algo inherente al ser humano, este ha inventado desde siempre historias tenebrosas y fascinantes, que permiten sobrellevar y prepararlo para enfrentar la vida cotidiana; la lectura de este tipo de texto en secundaria permite que el adolescente explore sus miedos más grandes, y encuentre herramientas para afrontarlos.
BIBLIOGRAFÍA
- Ansolabehere, P. (2019). Clase Nro. 4: Terror. Literatura argentina: cuatro recorridos. Buenos Aires: Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.
- Gasparine, S. (2018) “Últimas inflexiones de la narrativa argentina de terror: las novelas de Celso Lunghi”. Estudios de Teoría Literaria. Revista digital: Artes, letras y humanidades, vol. 7, n° 13, pp. 51-59.
- Lerma Ramos, S. (2017) “El miedo corre más que tú: diseño de una secuencia didáctica para el fortalecimiento de la comprensión lectora de cuentos cortos de terror en estudiantes de grado 7°” Trabajo de grado. Universidad tecnológica de Pereira. Facultad de Ciencias de la Educación. Licenciatura en Español y Literatura. Recuperado de https://core.ac.uk/download/pdf/92123317.pdf
- Lunghi, C. (26 de septiembre de 2015). Literatura y terror: "En Argentina nos estamos apropiando del género" Entrevistado por Boris Katunaric. Agencia Paco Urondo. Cultura. Https://www.agenciapacourondo.com.ar/cultura/literatura-y-terror-en-argentina-nos-estamos-apropiando-del-genero
- Martínez, C. (12 de Marzo de 2016) “Una experiencia para entusiasmar a los adolescentes con nuevas lecturas” Entrevista para la sección Bicentenario del Diario La Capital. Recuperado de https://www.lacapital.com.ar/bicentenario/una-experiencia-entusiasmar-los-adolescentes-nuevas-lecturas-n497599.html
- Ministerio de Educación (2013) NAP Lengua. Ciclo Básico Educación Secundaria 1° y 2° / 2° y 3° años. Buenos Aires. Argentina.
- Ministerio de Educación de la Provincia de Corrientes (s/a) Lengua en Diseño Curricular Jurisdiccional Ciclo Básico de la Secundaria Orientada.
- Ramírez Leyva, E. M. (Coord.) (2011) La lectura en el mundo de los jóvenes ¿una actividad en riesgo? en Lecturas, escrituras y medios de comunicación. Universidad Nacional Autónoma de México. México. Recuperado de http://132.248.242.6/~publica/conmutarl.php?arch=1&idx=257
- Soria, A. (6 de septiembre de 2018) “Por qué son recomendables los libros de terror para niños” Entrevistada por Gema Lozano. Ideas YOROKOBU. Recuperado de yorokobu.es/literatura-infantil-terror/
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